Para iniciar esta entrada, no hay mejor oportunidad que reproducir parte de lo que la historiadora Magdalena González Martín, escribe sobre el tema en su libro de 2014, “De lo vivo lejano: Conil de la Frontera 1931-1945”, que se completará con los datos recogidos en las partidas de defunción del Archivo Parroquial Santa Catalina, desconociéndose si fueron todos los que terminaron de esa dramática manera, o hubo algunos más, que fueron inhumados por otros métodos.
[Imagen para ambientación] “Veteranos represaliados en batallones disciplinarios de soldados trabajadores”, Jorge Alonso Berzosa. Fuente: Centre de estudis locals de Betera.
«“… El Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores nº 54, con 985 presos y tres oficiales en el año 1942, venía a completar en el escenario local el catálogo de las formas de represión del régimen. Era una mínima representación de los más de 250.000 presos políticos que había en España al empezar la década de los cuarenta. El batallón al que nos referimos se instaló, aprovechando la existencia de un muro cerrado, en los terrenos del actual cementerio (en la documentación sitio “Las Ánimas” o “Cabo Roche”), que se había empezado a construir durante la República y cuyas obras habían quedado interrumpidas por la guerra. Formaba parte del Plan de Defensa del Campo de Gibraltar y sus soldados trabajaron en las fortificaciones de la costa. El batallón lo organizó y dirigió el capitán de caballería José Rey Jiménez, en alternancia con el capitán de artillería Antonio García López. Con anterioridad, Rey Jiménez había dirigido otros batallones de la zona como el de Jimena de la Frontera o el de Punta Paloma en Tarifa. También había actuado en 1939 como juez militar eventual en la Auditoría de Guerra de la 2ª Región Militar. Los BDST dependían de la Jefatura de Campos de Concentración y Batallones Disciplinarios que controlaba la red de trabajos forzados y explotación de los presos políticos a través del sistema de redención de penas por el trabajo. Los presos eran soldados republicanos capturados al terminar la guerra y clasificados previamente en los campos de concentración (muchos de los que estuvieron en Conil provenían del de Rota y del Miguel de Unamuno, de Madrid). Formaron parte de los batallones los clasificados como “desafectos” (identificados con una D) por sus actividades políticas previas o porque no consiguieron estar avalados por informes favorables firmados por los nuevos poderes locales de los pueblos donde habían residido. En principio no estaban pendientes de causas judiciales, pero se les sometía al sistema de trabajos forzados, bajo la justificación de tener que realizar un nuevo servicio militar, se les privaba de la libertad y se les castigaba por razones políticas.
Los presos del Batallón nº 54 habían nacido en Málaga, Almería, Jaén, Valencia, Castellón, Ciudad Real, Albacete, Barcelona ... A partir de finales del 42 los presos fueron soldados penados. Vivían en barracones mantenidos en condiciones lamentables. El hambre, la humedad y el frío que pasaban hacían que la tasa de mortalidad fuera muy alta [Según figura en el registro de defunciones del Juzgado de Paz de Conil morían por colitis, paludismo, neumonía o anemia] y no eran raros la violencia ni los castigos. De todas formas, a través del testimonio de uno de los presos que estuvo en Conil [Se trata de José Barajas Galiano nacido en Huelma (Jaén) en 1916 ...], sabemos que la convivencia entre penados y vecinos no fue infrecuente y que, comparado con otros de los campos de la zona, en el de Conil se pudo comer algo mejor en algún periodo de 1943, debido a las gestiones personales de un alférez. La presencia de estos presos políticos debió de concluir en 1948, que fue cuando se liquidó el sistema.”»
*** Fuente: “De lo vivo lejano: Conil de la Frontera 1931-1945”, p.p. 165-167, Magdalena González Martín, Aconcagua Libros, Sevilla, 2014.
[Imagen para ambientación] Compañía Primera del Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores número 38, en torno a 1940. Fuente: “noticiasdegipuzkoa.eus”, 03 julio 2016.
He aquí la relación de los ochos fallecidos, todos Soldados Trabajadores, que recibieron una sepultura eclesiástica, oficiada por el Presbítero Cura Ecónomo Manuel Barberá Saborido, muy implicado en el nuevo régimen nacido del golpe de Estado de julio de 1936, ya que durante un tiempo sirvió en el frente como capellán del Tercio del Requeté (Carlistas), de cuya experiencia escribió un libro: “Impresiones de un año: apuntes de un testigo en el frente sur”, 1937, Memoria de un combatiente nacional en territorio andaluz. Los fallecimientos están certificados por el facultativo militar, o los facultativos civiles, destinados en Conil, Dr. Ruiz y Dr. Arias.
18/05/1942 n.º 75 Tomás Salas Casanova // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a DIEZ Y OCHO DE MAYO DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de TOMÁS SALAS CASANOVA, de Alberique, provincia de Valencia, soldado del BATALLÓN DE TRABAJADORES, soltero, hijo de Antonio y de Josefa que falleció ayer en el CAMPAMENTO DE LAS ÁNIMAS, según consta del certificado del facultativo, y en fe de lo cual lo firmé, fecha ut supra. Manuel Barberá.
08/06/1942 n.º 83 José A. Carrasco // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a OCHO DE JUNIO DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de JOSÉ A. CARRASCO, natural de Albarrán [Abarán], Murcia, de veinte y un años, soldado del BATALLÓN DE TRABAJADORES, soltero, hijo de Antonio y de Adela, que falleció ayer en el Cuartel del CAMPAMENTO DE LAS ÁNIMAS, según consta del certificado del médico militar. Recibió Penitencia y Extremaunción. En fe de lo cual lo firmé, fecha ut supra. Manuel Barberá.
04/07/1942 n.º 93 Antonio Egea López // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a CUATRO DE JULIO DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de ANTONIO EGEA LÓPEZ, de Fines, Almería, de veinte y un años, soltero, hijo de Manuel y de Rosa, que falleció ayer en el CAMPAMENTO DE LAS ÁNIMAS, según consta del certificado del señor médico militar. No recibió. En fe de lo cual lo firmé. Manuel Barberá.
12/07/1942 n.º 97 Ramón Orobal Gómez // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a DOCE DE JULIO DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de RAMÓN OROBAL GÓMEZ, de Cofrentes, Valencia, de veinte y un años, soltero, hijo de Román y de Elvira, soldado del BATALLÓN DE TRABAJADORES, que falleció ayer en el CAMPAMENTO DE LAS ÁNIMAS, según consta del certificado del certificado del facultativo militar. No recibió. En fe de lo cual lo firmé. Manuel Barberá.
Reproducción fotográfica de dos de las partidas de defunción. Fuente: Archivo Parroquial Santa Catalina.
29/08/1942 n.º 113 José Aguilera Pérez // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a VEINTE Y NUEVE DE AGOSTO DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de JOSÉ AGUILERA PÉREZ, de Priego, provincia de Córdoba, de veinte y cinco años de edad, soldado, e hijo de Ascensión, que falleció ayer según consta del certificado del facultativo Señor Ruiz. Recibió la Extremaunción. En fe de lo cual lo firmé. Manuel Barberá.
29/08/1942 n.º 114 José Antonio Molina Miranda // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a VEINTE Y NUEVE DE AGOSTO DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de JOSÉ ANTONIO MOLINA MIRANDA, de veinte y un años de edad, soldado, soltero, hijo de Fernando y de Josefa, que falleció ayer, según consta del certificado del facultativo Señor Ruiz. No recibió. En fe de lo cual lo firmé. Manuel Barberá.
10/09/1942 n.º 115 José Riu Amat // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a DIEZ DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de JOSÉ RIU AMAT, de veinte y un años de edad, soldado de TRABAJADORES, que falleció ayer en el CAMPAMENTO DE LAS ÁNIMAS, según consta del certificado del certificado del facultativo Señor Arias. Ignoro otros datos. No recibió. En fe de lo cual lo firmé. Manuel Barberá.
21/09/1942 n.º 117 David Hernández Martínez // En la Villa de Conil de la Frontera, Diócesis y Provincia de Cádiz, a VEINTE Y UNO DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y DOS, Yo DON MANUEL BARBERÁ SABORIDO, Presbítero, Ecónomo de esta Parroquia de Santa Catalina, Virgen y Mártir, mandé dar sepultura eclesiástica al cadáver de DAVID HERNÁNDEZ MARTÍNEZ, natural de Torrecampo, Córdoba, de veinte años de edad, hijo de Salus y de María, que falleció ayer según informe pericial después de autopsia. No recibió. En fe de lo cual lo firmé. Manuel Barberá.
*** Fuente: Libros de Defunciones; transcripción libre de Antonio Martínez Cordero y Rafael Coca López, localizada en el Archivo Parroquial de Conil de la Frontera. Agradecimiento: Yelman F. Bustamante Solórzano, párroco de Santa Catalina.



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