sábado, 10 de mayo de 2025

NAUFRAGIOS EN EL LITORAL DE CONIL, 46 cuarta parte: SS “CLAN MACKENZIE” (1.912).

 VIENE DE6 de mayo de 2025

Los días pasan y el deterioro de los restos del barco hará imposible recuperar la carga, y elementos útiles de su maniobra o vida a bordo. En el torpedero se ha establecido una rutina de vigilancia que parte de LA CARRACA, visita al <CLAN MACKENZIE>, prosigue hasta cabo Trafalgar y regresa, si las condiciones lo permiten, al fondeadero frente a CONIL:

En las primeras horas de la mañana de hoy me hice a la mar para desempeñar la comisión que V.E. tuvo a bien ordenarme, dirigiéndome hacia las LAJAS DE CONIL en donde se encuentra varado el vapor inglés <CLAN MACKENZIE>. Me aproximé a dicho vapor cuando me fue posible y pasé a estar casi atracado a la popa para reconocer perfectamente cuanto ocurriese a su bordo, no arriando embarcación alguna por no permitirlo la mar tendida que reinaba. De la inspección practicada pude observar, que dicho buque está completamente abandonado, sin gente a bordo, ni embarcación alguna a su cuidado.” Fuente: Archivo General de Marina Álvaro Bazán, AGMAB. Navegación mercantil. Buques. 7147/25/1. Informe 23 de enero de 1913.

[Ambientación] Vista de la costa, desde Faro de cabo Roche a Conil pueblo; página 279“Derrotero de las costas de Portugal y SW de España”, Instituto Hidrográfico de la Marina, 1990. Servicio de Publicaciones de la Armada (Gentileza del Dr. Salas)

Si los barcos hablaran, ¿qué se dirían el vapor y el torpedero en aquellos días? Tuvo que impresionar el encuentro con el honorable vapor semihundido. Aquello ya representaba las formas imprecisas de un buque naufragado. Sus fracturas dejaban que la mar de fondo penetrara hasta lugares, que antes eran parte de la vida de la tripulación. Ahora el oleaje producía un oscuro y quejumbroso gruñido al penetrar por los huecos y mecía, a su capricho, cabos y algunos restos atrapados en el interior:

Su salvamento no es posible por estar partido en tres trozos, desde la aleta de estribor a popa, la parte central, y en la parte de babor del puente para proa. El agua le tiene inundada por completo las bodegas, siendo por lo tanto dificultosa la extracción de la carga que aún tiene a su bordo, conserva las plumas salladas y guarnidos sus aparejos.” Fuente: Archivo General de Marina Álvaro Bazán, AGMAB. Navegación mercantil. Buques. 7147/25/1. Informe 23 de enero de 1913.

Seguramente, si la mar penetraba en su interior y las bodegas estaban completamente inundadas, el volumen de mercancía y otros elementos que los temporales arrastraron hasta la cercana playa tuvo que ser importante. No extraña, por tanto, el entusiasmo que el naufragio del <CLAN MACKENZIE> despertó entre los habitantes, no sólo de CONIL, sino de otras villas más lejanas.

No obstante, el acceso al buque encallado no era tan sencillo. Primero porque poseer una embarcación no estaba al alcance de la mayoría y segundo, porque una vez en el lugar del naufragio sólo se tenía acceso a las partes que se encontraban sobre la superficie, y siempre que la mar lo permitiera. El comandante del Torpedero N.º 45 escribe al respecto:

Por sus proximidades como dejo dicho no había embarcación alguna, y una vez inspeccionado el barco, me dirigí al fondeadero de CONIL en donde esperaba el ayudante de Marina con quien comuniqué.” Fuente: Archivo General de Marina Álvaro Bazán, AGMAB. Navegación mercantil. Buques. 7147/25/1. Informe 23 de enero de 1913.

Como se lee a continuación, se confirma que aproximarse al <CLAN MACKENZIE> no era tan sencillo:

Dicha autoridad me manifestó, que habiendo sido abandonado por la Compañía de Salvamento el que practicaba en el vapor por considerarlo perdido, éste había sido abandonado, y que a partir del 13 de marzo, estableció la debida vigilancia en el barco teniendo a sus proximidades el falucho <JOVEN FLORENTINA>, que embargó con tal objeto y en el que embarcó un Contramaestre de puerto para dicho servicio, teniendo que retirar dicha embarcación por los temporales últimos.” Fuente: Archivo General de Marina Álvaro Bazán, AGMAB. Navegación mercantil. Buques. 7147/25/1. Informe 20 de marzo de 1913. 

[Ambientación] Vista de la costa, desde pueblo de Conil a Torre Nueva en El Palmar de Vejer; página 279, “Derrotero de las costas de Portugal y SW de España”, Instituto Hidrográfico de la Marina, 1990. Servicio de Publicaciones de la Armada (Gentileza del Dr. Salas)

Como colofón a la POLÉMICA SOBRE EL SAQUEO DE LA CARGA se supo, que un paisano llamado FRANCISCO GUTIÉRREZ Y GUTIÉRREZ fue acusado de HURTO de varias prendas y otros efectos que iban a bordo del buque. No sabemos en qué estado quedó la causa del susodicho ciudadano.

El <CLAN MACKENZIE> fue objeto varias operaciones de RECUPERACIÓN de la carga hasta que la mar hizo imposible el acceso a sus bodegas. Durante varios meses, o quizás algunos años, gran parte de sus restos asomaron sobre la superficie sirviendo de aviso a los navegantes y como lugar de descanso para aves marinas. El paso por las inmediaciones, de los ya viejos hierros oxidados, debían causar a las personas, que opbservaban el cadáver del buque, un cierto sentimiento de desamparo. Más tarde, cuando la estructura fue menguando y quedó bajo la superficie, sólo la rompiente delataba donde el vapor yacía, hasta que finalmente FUE OLVIDADO.

¿EL PECIO HOY?

El <CLAN MACKENZIE> sigue señalado en las cartas de navegación como pecio sumergido. El lugar no tiene demasiada profundidad y hay muy pocos restos. El buque fue DESGUAZADO EN VARIAS OCASIONES y hoy día quedan dispersos algunos trozos de chapa y estructura de él.

Si tenemos en cuenta la profundidad, la inmersión es sencilla pues no sobrepasa los 12 metros. Pero esa característica, precisamente, la hace incómoda cuando hay mar de fondo u oleaje.

No he visto nada que pueda identificar. Las piezas más grandes son trozos de chapa que apenas se distinguen del fondo de piedra. Aún así no deja de emocionar el encuentro con estas piezas, que sabemos un día formaban parte del majestuoso buque.

EL DESGUACE DEL <CLAN MACKENZIE>

La ubicación de este gran vapor era muy conocida. Sis restos sobre LAS LAJAS DE CONIL estuvieron a la vista durante años, lo que favoreció que fuera desguazado de manera sistemática, al menos, desde 1957. La poca profundidad del lugar facilitó que desapareciera en gran parte aunque, todavía hoy, es posible ver algunos de sus restos bajo el agua.

[Ambientación] Detalle de la carta náutica de Trafalgar, con la localización de las Lajas de Conil. Fuente: “aceiteraen punto com”. 

A medida que se recuperaba, la chatarra del buque se fue depositando en una parcela del muelle de Levante de Cádiz, de 600 m², comprendida entre los norayes 21 al 23. El desguace del <CLAN MACKENZIE> no estuvo exento de polémica en la época. El USO DE EXPLOSIVOS para fragmentar la estructura del buque motivó la PROTESTA de la COFRADÍA DE PESCADORES DE CONIL DE LA FRONTERA. El 5 de octubre de 1929, MANUEL CIFUENTES, patrón mayor de dicha entidad, envía un escrito a la Ayundantía Militar de Marina de Barbate. En él se expone la preocupación de los pescadores por la desaparición de la pesca en la zona:

Habiéndose presentado en esta cofradía una representación de pescadores de este puerto, lamentándose de que en fecha reciente es casi nula la producción pesquera, hasta el extremo de venir de vacío las embarcaciones de pesca que se hacen a la mar, cuya causa la atribuyen al empleo de explosivos que se vienen utilizando en los trabajos de extracción del buque llamado <CLAN MACKENZIE> hundido en esta costa, LAJA DE CONIL.” Fuente: Archivo Naval de San Fernando.

Legajo 10131. Carpeta 5, L.BUI: 132 (1947-1997), 5 de octubre de 1959.

La zona donde se encuentra el <CLAN MACKENZIE> es muy rica en pesca. Alrededor existen varios puntos habituales para faenar: <Las Veredillas>, <Los Cerrillos>, <Patría> y <La Muela> estaban siendo afectados por esa técnica y los pescadores protestaban alarmados al ver pescado muerto encima del agua a consecuencia de los explosivos.”

El 27 de octubre la Armada resuelve el asunto posicionándose con los pescadores. No sólo prohibió el uso de explosivos, sino que solicitó a la cofradía, información sobre los perjuicios ocasionados a los pescadores:

De momento y hasta nueva orden queda terminantemente prohibido el empleo de dinamita en los trabajos de extracción del buque inglés denominado <CLAN MACKENZIE>.”

ordena a la Ayudantía de Barbate manifieste a la Comandancia Militar de Marina de Cádiz la siguiente información:

Cuantía de los perjuicios ocasionados y número de armadores y tripulantes afectados con el empleo de la dinamita.” Fuente: Archivo Naval de San Fernando.

Legajo 10131. Carpeta 5, L.BUI: 132 (1947-1997), 27 de octubre de 1959.

[Ambientación] Detalle de un trozo de nuestro litoral. Fuente: Carta Esférica de la Costa de España desde Cabo San Vicente hasta Punta Europa, 1786. Vicente Tofiño de San Miguel.

Cuando tiene lugar esta reclamación el <CLAN MACKENZIE> estaba siendo desguazado por un tal IGNACIO DOMÍNGUEZ DE VIDAURRETA Y ZÚÑIGA. No sabemos si asociado con CARLOS CALVO CHOZAS o por su cuenta. En cualquier caso no debe escandalizarnos el uso de explosivos como técnica para el desguace, pues era un procedimiento habitual en esa época.

Según se desprende de la documentación consultada sobre el <CLAN MACKENZIE>, en noviembre de 1962, pasó a propiedad de una empresa llamada <Novaferrum, S.A.>. Dos años más tarde esta empresa solicita permiso para proseguir con los trabajos de extracción y recuperación de los restos materiales del buque.

El 24 de septiembre de 1964 la Capitanía General del Departamento Marítimo de Cádiz autoriza una nueva campaña de desguace sujeta a una serie de condiciones. Se limita la actuación entre los meses de septiembre de 1964 a abril de 1965, evitando así coincidir con la campaña de la almadraba. Se autoriza el uso de explosivos con el compromiso de la empresa de indemnizar a los pescadores, y se someten los trabajos a vigilancia por parte de las autoridades de la Armada. La consulta documental no ha arrojado más información del <CLAN MACKENZIE>. No cabe duda de que este magnífico buque fue deshecho a conciencia. Su última evidencia permanece en forma de unas pocas chapas bajo el agua de las LAJAS DE CONIL.

FINAL DE ESTA ENTRADA

Fuente: BAJO LAS COLUMNAS DE HÉRCULES: naufragios de vapores mercantes, Cádiz y Ceuta, 1837-1939”Alejandro Gandul Hervás. Ediciones Suroeste, 2024. ISBN: 978-84-122907-8-3. 

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