viernes, 29 de noviembre de 2019

CONIL Y EL TERREMOTO DE LISBOA (1755).



El terremoto de Lisboa ocurrió entre las 9:30 y 9:40h del 1 de noviembre de 1755 (hace 264 años), causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas (un 9 en la escala de Richter). El Rey, por aquel entonces, Fernando VI, mandó realizar una encuesta en todos los pueblos de su reino, con ocho preguntas para contestar. En el Archivo Histórico Nacional se encuentran los documentos resultantes. Reproducimos, por su interés, el correspondiente a la Villa de Conil, de fecha 24 de noviembre de 1755. Resaltar que el terremoto en sí no resultó muy dañino, lo peor vino con el tsunami consiguiente. Describe perfectamente, como precursora de la llegada del tsunami, la retirada del río que entonces, y hasta relativamente hace poco tiempo, pasaba por delante del pueblo, también se retiró el mar, muy por debajo de lo normal, y con relativa calma, hasta que en un instante comenzó a levantarse y con todo furor alcanzó las partes más bajas de la villa, entre ellas la Chanca del Duque, arruinándola, dejando sólo el almacén de la sal; en Castilnovo, también destruyó las construcciones adyacentes a la torre. En cuanto a víctimas humanas, se contabilizaron veinticuatro, entre niños y adultos; igualmente se perdieron quinientas noventa y nueve cabezas de ganado, de las que ciento veinte eran de vacunos y cuatrocientas treinta de lanar, por lo que se deduce la importancia en aquella época de estos dos tipos de ganadería.



Fuente: “Los efectos en España del terremoto de Lisboa, 1 de noviembre de 1755. Monografía núm. 19. Ministerio de Fomento. José Manuel Martínez Solares, 2001.

Los mapas siguientes se corresponden a las zonas afectadas por el avance del tsunami de 1755. La inundación llegó a alcanzar, en algunos lugares, una longitud tierra adentro de más de 8 kilómetros, y una cota de 8 metros de altura sobre el nivel de la marea alta.

Fuente: “El efecto del tsunami del año 1755 en el litoral de Conil de la Frontera (Cádiz)”. Autores: Luis Luque, Caridad Zazo, Javier Lario, José L. Goy, Jorge Civis, Francisco M. González-Hernández, Pablo G. Silva y Cristino J. Dabrio.

Otras referencias escritas las encontramos en la Real Academia de la Historia, donde en un documento fechado en 1756 dice así:
«[…] Comenzó el temblor a las 9 y media de la mañana y duro 7 u 8 minutos, y no tuvo por entonces otro efecto que el susto; pero una hora después salió el mar con ímpetu furioso, y arruino la fuerte Casa Chanza del Duque de Medina Sidonia en la mayor parte, y la antigua que tenía en Castilnovo, llevándose las barcas, redes y aprestos de la Almendraba, y pesca de atunes; destruyó también cinco casas contiguas, la Fuente pública, y la torre de la Costa que llaman Chiquita que dividió en tres pedazos, y lanzo a larga distancia. Se aogaron 24 personas de todas edades, y entre ellas el Administrador del Duque; 599 cabezas de ganado; 120 bacunas, 3 caballerías mayores y 46 menores, y como entro el agua legua y media por partes no solo inundo el Prado de Potros, sino que inutilizó muchas sementeras, y todo el terreno que cubrió de broza y arena […]». (Se ha respetado la ortografía original.
En el Archivo Municipal de Conil se encuentra, según referencias de Francisco González Ureba , un documento manuscrito inédito, donde también se detallan los efectos del tsunami:
"... Como a las diez y media del día, se rebotó la mar, se pusieron las aguas como pardas, se salieron de su seno con tanta fuerza y fortaleza, que todos los de este pueblo, hombres mujeres y niños alzaron clamores pidiendo misericordia ... La mar sosegó su primer avance, repitió el segundo más llanto, más sustos ... Sosegó un poco la tempestad de las aguas y los que están con recelo y otros con demasía se bajaron a registrar los estragos que habían hecho las aguas o que dolor cuando vieron la que llamaban chanca del Excmo. Sr. Duque de Medina, dueño de este lugar, toda por tierra, las puertas y vigas esparcidas media legua, las barcas de la almadraba todas hechas pedazos y todo cuanto estaba en la chanca sumergido debajo de arena y piedra. La fuerza del agua y golpe que dio la chanca quitó la vida a D. Bartolomé de Arrafán, recaudador de su excelencia y comisario de la Marina. Se llevó el mar una cruz de cantería que está junto al castillo y escuela fuera del postigo, se llevó tres casas junto a la iglesia y chanca, se llevó la fuente, y el huerto, se llevó las paredes del cerco de la Torre del Castillo. Entró el mar en la dehesa del Palmar, se ahogaron muchas vacas, bestias, un vaquero y un muchacho. Vino el mar por el Pozo del Prado, se llevó dos casillas del señor Duque que estaban junto al Río y Pozuelo ...El mar entró por todo el Prado, por el Torno, y Saleor, caminando por la Coquina, entró en la Vega de la Dehesa, por la aza de Pedro Martín al Moral hasta la cañada de Cádiz. Las barcas de los pescadores se hallaron hechas baratillas en la campiña. Algunos diez o doce hombres se ahogaron por ir a defender sus barcas. Cuatro hombres de Conil se ahogaron camino de Cádiz ...".
En octubre de 2015, el Museo Provincial de Cádiz, montó una exposición denominada: "Conil, la chanca del Duque. Lo que el maremoto nos dejó". Como llevamos dicho, el lugar de la Chanca quedó totalmente destrozado por el tsunami, sepultada bajo la arena y las piedras. A partir de 2010, se procedió a realizar unas excavaciones arqueológicas en los más de siete mil metros cuadrados del complejo, apareciendo unas dos mil piezas, de las que cuarenta son las que se expusieron. Están formadas por bicheros, una tapa de tonel embreada, cebos de esparto, vértebras y escamas de atún fosilizadas, agujas para coser redes, topes de rueca, y objetos de la vida cotidiana de los almadraberos, como recipientes de cerámica de Alcora (tazas y platos), piedras de chispa, quema-perfumes, pipas de caolín e, incluso, botes medicinales que albergaban láudano para curar cualquier mal que padeciesen los trabajadores de la mar.

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