[CONTINUACIÓN del 25 de marzo]
LOS FÓSILES
Los fósiles más espectaculares y más abundantes de la zona son, sin lugar a duda, los RODOLITOS, fósiles que son, por otra parte muy poco comunes en la península Ibérica. Se trata de concreciones de algas rojas calcáreas que no vivieron fijas al sustrato y que están recubriendo a un núcleo igualmente calcáreo, que puede ser un fragmento de concha, de roca o de otro resto biológico. Al crecer estas concreciones adquieren una forma cercana a la esférica, debido, fundamentalmente a efectos del oleaje.
Rodolitos y ostréidos en abundancia.
Los rodolitos de Roche tienen un tamaño máximo de 10x5 cm., aunque la media es más pequeña.
Aquí encontramos dos tipos de rodolitos:
a) de aspecto granuloso, con abundancia de briozoos adosados y con abundantes algas coralinas.
b) Otros con menos algas y abundancia de restos de gusanos serpúlidos, tantos que más que rodolitos podríamos considerarlos nódulos de dichos gusanos calcáreos y perforadores.
Rodolitos de algas calcáreas.
Rodolitos ricos en serpúlidos.
Además de los rodolitos se pueden encontrar otros fósiles, algunos ya citados y entre los que destacan: de entre los moluscos bavalvos, los ostréidos, quizás los segundos en abundancia y que se encuentran en niveles continuos muy curiosos y espectaculares ya que son fósiles de buen tamaño como la Ostrea edulis que llega a tener más de 10 cm.
Ostreidos, pectínidos y molde de Anomia.
También son frecuentes los pectínidos, menos abundantes pero fáciles de encontrar y entre los que destacan el Pecten jacobaeus y Chlamys sp. Otros bivalvos existentes son Anomia ephippium, Pholas sp., Tapes sp. y Cardium sp.
[Ambientación; fotografía no perteneciente al artículo] Pecten jacobaeus 1; Conil de la Frontera, 29 enero 2010. Fuente: Banco de Imágenes Geológicas, Flickr.
[Ambientación; fotografía no perteneciente al artículo] Ostrea lamellosa. Chiclana de la Frontera, 29 enero 2010. Fuente: Banco de Imágenes Geológicas, Flickr.
[Ambientación; fotografía no perteneciente al artículo] Chlamys sp. 2. Chiclana de la Frontera, 29 enero 2010. Fuente: Banco de Imágenes Geológicas, Flickr.
Son igualmente frecuentes las colonias de briozoos, muchas veces acumulados sobre rodolitos y serpúlidos, perforadores y constructores de rodolitos. En la zona se han encontrado restos de caparazones de erizos, dientes de tiburón, abundancia de los microscópicos foraminíferos y un esqueleto de ballena, lamentablemente desaparecido ante la falta de cuidado y protección de responsables públicos y constructores.
BIBLIOGRAFÍA
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Aguirre, J. 1991. Estratigrafía del Plioceno de la costa de Cádiz entre Chiclana y Conil. Geogaceta, 9: 84-87.
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Gavala, J. 1927. Cádiz y su Bahía en el transcurso de los tiempos geológicos. Boletín Instituto Geológico y Minero de España, 49: 3-29.
Gutiérrez Más, J.M., Martín Algarra, A., Domínguez Bella, S. y Moral Cardona, J.P. 1991. Introducción a la Geología en la provincia de Cádiz. Servicio de Publicaciones de la UCA.
Mac-Pherson, J. 1873. Bosquejo geológico de la provincia de Cádiz. Imprenta Revista Médica.
Zazo, C. 1980. El Cuaternario marino-continental y el límite Plio-Pleistoceno en el litoral de Cádiz. Tesis doctoral. Universidad Complutense. Madrid.
Fuente: Boletín “LA LAJA” (Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Conil), núm. 3, pp. 33-38, diciembre 2003.
[FIN DEL ARTÍCULO]
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