De como han pasado ya siete años desde que en el sector, y en todo el pueblo en general, se celebró con diversos actos el primer centenario de la fundación de la Sociedad, posterior Pósito Pescador y definitiva Cofradía de Pescadores de Conil, cuando se rescata este artículo publicado en el Boletín de La Laja en 2004, donde se narran los comienzos de esta organización, conducentes a recompensar el trabajo y el esfuerzo de los hombres de la mar, buscando un futuro mejor.
[Fotografía no integrada en el artículo original, ha sido añadida, a modo de <ambientación>, por el transcriptor] La “puerta Cai”, hacia 1963. En el”pósito de Pescadores” el tiempo parece detenerse. Manuel Monte, Pedro Muñoz, “Puchirichi”, Manuel Quintero, “El Lengua”, Juan “el Portugués”, Miguel “de la Campa”, Antonio “la Pava” y algunos chavales, todos “jabigueros”; autor desconocido. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 115, 2004.
El Documento 2 que se transcribe es la respuesta que da el Pósito Pescador a la Federación Regional de Pósitos de Andalucía Occidental [1], ante la reclamación de ésta por el impago de la cuota correspondiente. Tiene fecha del 18 de septiembre de 1930.
Nota: Todo el texto escrito en letra cursiva, itálica o bastardilla, se corresponde a la transcripción original del artículo.
[Fotografía no integrada en el artículo original, ha sido añadida, a modo de <ambientación>, por el transcriptor] Los niños Pedro Muñoz, José Quintero, Antonio García, Francisco Quintero, … posan junto a Diego Cifuentes, patrón de la “Joven Manuela”, hacia 1953. Colección particular Manoli Cifuentes. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 122, 2004.
[VIENE DEL 26 de junio]
« Al Sr. Presidente de la Federación Regional de Pósitos marítimo-terrestres y Pesqueros de Andalucía Occidental. Sevilla. C/ Betis, 64.
Distinguido compañero: Por dificultades derivadas de las necesidades exigidas por el desempeño de la profesión, juntamente ligadas a las naturales acarreadas por los festejos de la Velada anual que se celebra en esta Villa, especialmente los relacionados con el Allegamiento de fondos para la Vejez del Marino, han impedido la celebración de una asamblea general extraordinaria de estos asociados, para conocer y resolver sobre las cuestiones a que se refieren sus cartas de 27 y 28 de agosto retropróximo y de 5 de septiembre corriente. Esas circunstancias expuestas son las que han hecho que no se contestara hasta ahora vuestra referida correspondencia, muy a pesar de la voluntad de los asociados (…).
[Fotografía no integrada en el artículo original, ha sido añadida, a modo de <ambientación>, por el transcriptor] La barca “Juana Cifuentes”, hacia 1939, conocida popularmente como “Jábega La Parrala”, propiedad de Antonio Cifuentes Montano. Colección particular Antonio Cifuentes. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 123, 2004.
(…) Este pósito va careciendo, cada vez más, de medios económicos para cumplir su cometido. Vive de las cuotas de asociados – una peseta anual [0,006 €] cada uno de ellos – que en la actualidad son treinta únicamente [2]. A esas treinta pesetas anuales [0,18 €] hay que agregar el 2% del producto íntegro de las pesquerías de jábegas y el 1% de las de los barquillos [3]. Las jábegas son nueve y contribuyen todas. Hay que hacer punto disgresivo para alabar la actitud de los dueños y pescadores de estos artes, que no han faltado nunca, que han contribuido siempre con loable entusiasmo y alabada constancia. Es una verdad que se consigna con satisfacción. Las traiñas, que son varias, ni contribuyen, ni han contribuido nunca, a pesar de las excitaciones de la directiva, no obstante los requerimientos que se han hecho a la Autoridad de Marina, respondiendo a pactos celebrados ante la misma. De los treinta botes que pescan en estas aguas, sólo contribuye, hasta hoy, uno, que lo hace espontáneamente y con mucho gusto, que es el de la propiedad de esta presidencia [4], tripulado por la misma y por sus dos hermanos.
[Fotografía no integrada en el artículo original, ha sido añadida, a modo de <ambientación>, por el transcriptor] , hacia 1959, tirando de la jábega. Colección particular Manoli Cifuentes. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 123, 2004.
Esta playa es playa abierta: carece de refugio para las embarcaciones; de facilidad para la salida al mar, de las mismas; de toda garantía de seguridad para la vida del pescador. Las jábegas sólo pueden pescar con mar tendida, y como la orilla, aunque la mar esté llana, se alborota con frecuencia, si se unen esas circunstancias a las restricciones que imponen la veda y las almadrabas [5], puede consignarse sin temor a apartarse mucho de la realidad, que sólo se pescan unos cien días cada anualidad. Hay otra circunstancia importante, por cierto: ¿qué capturan? ¿Obtienen siempre producto? … Ya se sabe que no. El producto de estas pesquerías es pequeño; los ingresos que proporcionan al Pósito tienen, pes, que ser escasos. A los barquillos les sucede otro tanto y las traiñas sufren esos mismos inconvenientes. Los ingresos por estos últimos conceptos son casi nulos. Debido a estas circunstancias, los profesionales de la pesca tienen que emigrar al cercano puerto de Barbate [6], donde debido a la configuración especial de la costa pescan casi todo el año, y donde al amparo de esas facilidades para el ejercicio de la profesión con fruto mucho más seguro, residen la mayor parte del tiempo.»
[Fotografía no integrada en el artículo original, ha sido añadida, a modo de <ambientación>, por el transcriptor] Sebastián Leal “Coscales”, hacia 1964, después del lance posa con sardinas en el salavar. Foto Juan Capacha, John Richard Adelmann.. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 124, 2004.
Notas:
[1] La Federación de Pósitos de Andalucía Occidental aparece en 1.926 ofreciendo un montepío marítimo y en 1.927 hay una Asamblea en Cádiz, a la que asisten los de Conil. El 1.932 los Pósitos estaban obligados a pertenecer a ella, y la Federación estaba sujeta a inspección del Instituto Social de la Marina, ISM, lo que demuestra el avanzado grado que había alcanzado el proceso de control estatal sobre las asociaciones de pescadores. El movimiento federal no terminó de cuajar, porque sus objetivos explícitos apenas diferían de los de los organismos estatales, por su falta de medios y por el decisivo peso que en ella tenían los Pósitos más potentes, controlados por armadores capitalistas. Vid. FLORIDO DEL CORRAL, D. (2.002): ·Un siglo de política e instituciones pesqueras en Andalucía”, Consejería de Agricultura y Pesca, pp. 145-150.
[2] El interés de esta carta está en el informe que hace de la situación del Pósito Pescador de Conil en 1.930, un Pósito decadente, con sólo treinta asociados. El número de socios del Pósito de Conil fue creciendo hasta 1.922, sobrepasando los ciento cincuenta, pero desde entonces comenzó a descender: en 1.926 había menos de cien asociados, y en 1.928 en torno a cincuenta. En los primeros años de la República se produjo un resurgir efímero, alcanzándose los doscientos cincuenta socios durante el bienio reformista, para decaer rápidamente hasta 1.936.
[3] La principal fuente de ingresos del Pósito – aparte las ayudas para Enseñanzas de la CCCM – eran las aportaciones de los patrones de jábegas, fundamentalmente en los tres primeros años, que siguieron siendo decisivas, con altibajos en función de la pesca, durante los años veinte. El aporte de los barquillos de pesca fue siempre escaso e irregular. Entre 1.917-36, las jábegas aportaron el 92% y los barquillos el 8% de los recursos propios.
[Fotografía no integrada en el artículo original, ha sido añadida, a modo de <ambientación>, por el transcriptor] La jábega, el arte de pesca más popular, hacia 1968, en ella participaban jóvenes y mayores, todos con derecho a parte. Colección particular Antonia Sánchez. Fuente: “Conil en la Memoria 2”, p, 157. 2007.
[4] Se trata de BARTOLOMÉ ALBA DELGADO, cuarto presidente de la SOCIEDAD, tras AMBROSIO MUÑOZ CARO (1.920-24) y MANUEL MUÑOZ SALINAS (1.924-29). Durante la presidencia de BARTOLOMÉ ALBA (1.929-31) son patentes las tensiones dentro del Pósito entre sectores enfrentados. [LUIS] BRICEÑO [RAMÍREZ], desvinculado ya de la secretaría pero aún secretario vitalicio u honorífico, y accidentalmente en Conil, propuso el 30 de agosto de 1.931 dejar de pertenecer a la Confederación de Pósitos y volver a la primitiva Sociedad Sindical, afiliada ahora a la UGT, lo que se aprobó por mayoría, pero AHONDANDO MÁS LA DIVISIÓN ENTRE LOS PESCADORES. La decisión fue revisada el 3 de septiembre, reconsiderándose los acuerdos y optando por seguir dependiendo del ISM. En dicha sesión fue elegida nueva directiva, la quinta, presidida por MANUEL LIGERO SÁNCHEZ (1.931-33). BRICEÑO dejó de ser secretario vitalicio <de facto>, y más formalmente en Asamblea General el 12 de febrero de 1.932.
[5] La decadencia de las jábegas tiene causas diversas: veda y otras restricciones, competencia de las traiñas barbateñas y locales, proliferación de pesquerías ilegales o las limitaciones impuestas por la almadraba. Y en general, las derivadas de ir a contra corriente de la modernización capitalista iniciada durante el cambio de siglo.
[6] En los años veinte se inicia la emigración masiva, estacional o definitiva, de pescadores conileños hacia otros puertos, entre los que destacó Barbate, en plena expansión pesquera (cf. nota 7).
[Fotografía no integrada en el artículo original, ha sido añadida, a modo de <ambientación>, por el transcriptor] Joaquín Sánchez, hacia 1979, con un “guiso” de pescado, seguramente después de haber ayudado en algún barquillo a sacar y preparar la red. Colección particular Antonia Sánchez. Fuente: “Conil en la Memoria 2”, p. 158, 2007.
Fuente: Boletín “LA LAJA” (Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Conil), núm. 4, pp. 46-51, agosto 2004.
[CONTINUARÁ el próximo 10 de julio]
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