martes, 2 de julio de 2024

EN UNO DE LOS RINCONES DEL ARCHIVO PARROQUIAL: LAS AVENTURAS Y SINSABORES DE UN CLÉRIGO-DIÁCONO; 1 DE 2 (1768).

De como gracias a la perseverante investigación de Antonio Martínez Cordero, en numerosos archivos provinciales, en este caso el Histórico Diocesano de Cádiz, podemos tener conocimiento de un incidente protagonizado por un Clérigo Diácono del clero de Conil, así como a través de las declaraciones de sus protagonistas conocer algunos detalles de la sociedad conileña en la segunda mitad del s.XVIII. No se dispone del documento original, pero sí de los precisos apuntes transcritos por aquél.

Transcripción libre de Antonio Martínez Cordero:

«” En la Villa de Conil, Don JUAN MARÍN MORENO, Vicario de las Iglesias de ella, DIJO que siendo como a horas de las siete de la mañana del presente día [30 julio 1768], se le acaba de notificar que en la noche del día anterior UN CLÉRIGO HABÍA HERIDO A JOSÉ MUÑOZ, de este vecindario, y para INDAGAR la verdad, mandó que inmediatamente se pase a las casas del susodicho y en ellas se le recabe su DECLARACIÓN, haciéndole las preguntas convenientes a efecto de venir en conocimiento del AGRESOR, procediéndose a las demás diligencias del sumario y justificación de las personas que puedan dar noticias del hecho, para en vista de todo adoptar la PROVIDENCIA que corresponda en justicia. 

Firma autógrafa del Vicario de las Iglesias de Conil, Juan Marín Moreno, responsable de los Autos seguidos contra el Clérigo Diácono Antonio Miguel Román, por la agresión a su convecino José Muñoz, obtenida en una partida de bautismo cualquiera, de 11/09/1768. Otros miembros coetáneos del Clero conileño, pero sin intervención en los hechos que se narran son: Marcos Cebada Ballesteros, Cura; Francisco Moreno Pacheco, Cura Teniente; Lucas Leal, Presbítero; y Cristóbal García de la Torre, Cura, entre otros muchos. Fuente: Libro 19 Bautismos (1761-1775), Archivo Parroquial Santa Catalina. 

DECLARACIÓN: Incontinenti el Señor Vicario acompañado del Notario pasó a la casa del HERIDO JOSÉ MUÑOZ al que encontró EN LA CAMA y casa que vive en calle San Sebastián, se le recibió su juramento en forma y ofreciendo decir verdad … DIJO: se llamaba JOSÉ MUÑOZ, ser de estado casado por estar con INÉS GARCÍA ya tiempo de tres años casado y expresó que lo acaecido en la ocasión de la herida dijo haber concurrido en las casas que vive ANDRÉS ORTIZ y FRANCISCO GONZÁLEZ la noche del veinte y nueve de julio mil setecientos sesenta y ocho, a la hora de las once con Don ANTONIO MIGUEL ROMÁN y Don JUAN MELLADO, el primero Clérigo Diácono y el segundo Sochantre en esta Parroquia y los dos últimos COMPRARON DOS SANDÍAS a la mujer de dicho ORTIZ, las que se comieron entre todos y dicho Don ANTONIO MIGUEL ROMÁN dijo al declarante COMPRASE UNA LIMETA DE AGUARDIENTE PARA POSTRE, y habiéndose éste excusado con su pobreza, pues sólo tenía seis maravedís en la bolsa, se los pidió Don ANTONIO y por desprecio se las dio con arrogancia a una mujer para que los diese a las Ánimas y mandó con mucha altivez al declarante fuese por la limeta de aguardiente y habiéndole éste respondido la traería de cuenta de Don ANTONIO, se volvió éste a instar la trajese de cualquiera suerte y habiendo ido se volvió con la limeta vacía por estar cerradas las TABERNAS a causa de haber dejado ya la CAMPANA DE LA QUEDA y estar por este motivo cerradas dichas oficinas; que irritado dicho Don ANTONIO por ver malograda la ocasión de beber el aguardiente, le dijo al declarante con mucha altanería que si no estuvieran delante las mujeres de la casa, a que respondió éste con mucha sumisión, “qué mal le he hecho a Vuesa Merced Señor Don MIGUEL para que así me desprecie”, y entonces el declarante se retiró, pero habiendo llegado a la Puerta de la Villa reflexionó y le pareció conveniente retroceder a buscar a Don ANTONIO, y para desenojarlo, llevarle a una taberna de confianza y convidarlo a beber y guiado de este intento llegó a las casas referidas, le preguntó a FRANCISCO GONZÁLEZ si Don ANTONIO aún permanecía dentro y le respondió que se había retirado, y como quiera que FRANCISCO GONZÁLEZ había presenciado los hechos, se comenzó a quejar el declarante del desprecio con que lo había tratado Don ANTONIO, en cuya coyuntura se apareció allí y oyendo que le nombraban soltó la capa y le dijo “¡ah pícaro!, ¿qué hacer aquí?”, y habiendo SACADO UN CUCHILLO huyó el declarante la Plaza arriba y Don ANTONIO FUE EN SU ALCANCE Y LE DIO UNA PUÑALADA EN EL ESPINAZO. Que todo lo referido es la verdad y que es de veinte y tres años de edad, no firma por no saber, lo hizo su hermano. El Señor Vicario en vista de la declaración preguntó al herido SI SE QUERELLABA CRIMINALMENTE contra Don ANTONIO MIGUEL ROMÁN, Clérigo Diácono, en virtud del agravio recibido y el cual RESPONDIÓ QUE NO y que deja el seguimiento de esta causa a disposición de la JUSTICIA ECLESIÁSTICA para que de oficio se haga en la forma que sea conveniente. 

[Ambientación] Escena de una taberna. David Teniers II, Galería Nacional de Washington. Fuente: “elconfidencial punto com”, 28 noviembre 2020. 

El Señor Vicario estando en dichas casas mandó se le haga saber al paciente se cure con CIRUJANO APROBADO y en su defecto con Don ALONSO BIRUÉS, persona experta en Cirugía que se arregle estas medicinas que le aplique, guardando la correspondiente dieta sin cometer exceso alguno, so cargo de ser de su cuenta y riesgo los perjuicios que se le originaren y que por el presente Notario se ponga por fe de la herida que padece; compareciendo ante Su Merced la persona que ha curado de primera intención al mencionado JOSÉ MUÑOZ, a declarar la esencialidad y circunstancia de la herida constando a esta afirmación …

FE DE HERIDA … de haber presenciado la curación de la herida practicada por Don ALONSO BIRUÉS al dicho JOSÉ MUÑOZ, vecino de esta Villa, y evidencié tenerla en el espinazo y que era capaz de un punto de la cual le había fluido sangre, según demostraba su ropa interior. 

[Ambientación] Imagen de “El duelo”, de Francisco de Goya. "All that is necessary for the triumph of evil is that good men do nothing" (Todo lo que es necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada), Edmund Burke, 1729-1797. Fuente: “armasblancas punto es”. 

DECLARACIÓN DE DON ALONSO BIRUÉS: Ante el Señor Vicario comparece Don ALONSO y bajo juramento DIJO: Haber curado la primera intención a JOSÉ MUÑOZ, vecino de esta Villa, para cuyo efecto fue llamado a la una de la noche del presente día de una herida en el espinazo, con un punto, la cual ES ALGO PENETRANTE y por tanto, por el sitio peligroso en que se halla DE CONSIDERABLE RIESGO, hecha al parecer CON INSTRUMENTO CORTANTE Y PUNZANTE, y todo es la verdad, so cargo del juramento, es de sesenta y seis años de edad y firmó.

SUMARIAL: El Señor Vicario para evacuar la cita que en su declaración hace el herido y habiendo recibido juramento de FRANCISCO GONZÁLEZ, de este vecindario, soltero, bajo juramento DIJO: Que en la noche del veinte y nueve de julio de mil setecientos sesenta y ocho, concurrieron Don ANTONIO MIGUEL ROMÁN, Clérigo Diácono, Don JUAN MELLADO, Sochantre de la Parroquia de esta Villa y JOSÉ MUÑOZ; que dicho Don ANTONIO y el mencionado Don JUAN COMPRARON CADA UNO UNA SANDÍA y se las comieron entre todos, y el tal JOSÉ MUÑOZ quiso pagar otra y HALLÓ NO TENER MÁS QUE SEIS MARAVEDÍS, por cuya causa no hizo el empleo y entonces Don ANTONIO los tomó y dio a una mujer para las Ánimas, consintiendo la parte y le dijo al expresado MUÑOZ que SE FUESE POR UNA LIMETA DE AGUARDIENTE, que no trajo por ser tarde y que no sabe otra cosa alguna en razón de lo que se le pregunta, no firma por no saber, es de treinta años de edad. 

[Ambientación] Detalle de “Bodegón con sandías y manzanas en un paisaje”, Luis Egidio Meléndez, 1771. R.C. Fuente: “elcorreo punto com”, 18 agosto 2023. 

Seguidamente bajo juramento prestó DECLARACIÓN MARÍA DE CASTILLA, de cincuenta años de edad, que dijo es viuda de FRANCISCO GONZÁLEZ [seguramente padre del personaje homónimo] y que en la noche del veinte y nueve de julio de mil setecientos sesenta y ocho, a las once entraron en su casa Don ANTONIO MIGUEL ROMÁN y Don JUAN MELLADO y poco después JOSÉ MUÑOZ y los dos primeros compraron dos sandías a la mujer de ANDRÉS ORTIZ, vecina de la declarante, las comieron entre todos y habiéndole dicho a JOSÉ MUÑOZ, Don ANTONIO, comprase otra se halló no tener más que seis maravedís y no siendo bastante para ello, los tomó Don ANTONIO y las dio para las Ánimas. No firmó por no saber.

A continuación DECLARÓ bajo juramento LEONOR GONZÁLEZ, vecina de esta Villa, es de ESTADO HONESTO e hija de la antecedente y de veinte años de edad; DIJO lo mismo que su madre. No sabe firmar. … “» 

[CONTINUARÁ el próximo 6 de julio de 2.024]

Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Cádiz, Legajo 977, Ejecutivo y Ordinarios; transcripción libre de Antonio Martínez Cordero, localizada en sus fichas depositadas en el Archivo Parroquial Santa Catalina de Conil de la Frontera. Agradecimiento: Yelman Francisco Bustamante Solórzano, párroco. 

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