Nota: Todo el texto escrito en letra cursiva, itálica o bastardilla, se corresponde a la transcripción original del artículo. Las imágenes de ambientación que han sido seleccionadas por el transcriptor, estarán indicadas como tales, así como su fuente y autoría siempre que éstas hayan sido posible conocer.
[VIENE del 18 octubre 2024]
Continuación de: Anexo I. EL TRATADO DE ALMADRABA Y SU TRANSCRIPCIÓN.
EXPLICACIÓN DE LA ALMA/ DRABA DE BUCHE/
Muy temido y rodeado de miedo entra mi insuficiencia/ a discurrir en Armamento, que jamás he visto es/ tablecido, y menos manipulado, aunque noticioso y a/ visado de sus circunstancias, forma de pesquería,/ gente para su manejo, y lo demás que necesita/ para lograrlo. Esta falta me dará motivo a que con// (v) brevedad ponga en la alta consideración de Vuestra Excelencia, lo que/ pudiere ser útil, y que pueda dar luz para conocer que/ LA ALMADRABA DE BUCHE ES BUENA, ARTE LIGERO, LIBERAL Y FÁ/ CIL para encerrar atunes, POCO COSTOSA por las limitadas/ plazas del mar y tierra, que necesitan, ahorro de/ salario y mantenimientos, barcos y redes, muchísimo/ menos que para la de tiro, y otras bondades que de/ seando mi lealtad hacer explicación a Vuestra Excelencia. Tengo por su/ perfluo la repetición de ellas, y así, debajo de la licencia/ y beneplácito, que con rendimiento tengo pedido a Vuestra Excelencia/ proseguiré pasando a manifestar las, que tocándose,/ se delibere con el acierto que espero y con el tenga/ yo la honra que me puede comunicar grandeza tan/ excelentísima, para convalecer de la terrible enfermedad de la/ miseria que experimento, y el gusto de haber acertado/ a complacer a mis Excelentísimos Dueños.
El ARMAMENTO DE LA PESQUERÍA DE BUCHE está, reducido a la formación de un (a) especie solo de redes/ compuestas de SISAL DE ESPARTO, dándoles el peralto/ que necesita, según se contempla por el inteligente/ que las manipula, arreglado al que demandan las aguas/ y según su altura. Consideradas las mareas de/ creciente y menguante, porque siendo establecidas/ con estas reglas, guardan las pesquerías hasta el// (r) centro, pero con advertencia que las que tienden/ a las partes de sureste y del norte, no lo necesitan/ y respecto de que se hace explicación, por ahora/ lo omito.
[Fotografía no incluida en el artículo original] Detalle de la almadraba de tiro una vez llegados los primeros atunes a la orilla: cloqueros en su faena de arrastrar a los ejemplares capturados a tierra firme y primer traslado a la espalda. La muy noble y muy leal Ciudas de Cadiz. Seve Thynmorvm Piscatio Apvd Gades. Grabado de Joris Hoefnagel, siglo XVI.
Compónese de tres partes de redes este ar/ mamento, siendo las más principales las que/ componen el CERCO y BUCHE, donde se han de que/dar encerrados los atunes, porque las demás se re/ ducen a calar DOS MANGAS, que éstas guardan las/ huidas de la parte del mar y de la tierra. El CERCO DE BUCHE se forma en competente/ mar, tomada su altura y paraje, donde pueden estar/ caladas las redes de firme, afianzadas de ANCLOTES/ de forma que no se puedan mover, ni las aguas con sus/ corrientes, impelidas de las mareas agraviarles/ porque de lo contrario no podrán guardar los atu/ nes que en ellas se encerraren, y se perderá la costa/ y el trabajo, no lográndose el fin.
De este BUCHE, o CERCO, sale una manga/ de red, tirando hacia la parte del sudueste, con cuan/ to largo se le pudiere dar, porque cuanto más dila/ tada se tendiere, guardará más el mar, deteniendo/ el curso al atún de su paraje, revolviéndole// (v) a otra parte, y poniéndole en paraje de no malo/ grar su pesca, reduciéndole a que siga su curso/ natural, y busque su salida, gobernándola hacia/ el Mediterráneo, que como la tiene cerrada nunca/ la encuentra, quedándose dentro del CERCO DEL/ BUCHE.
Desde el mismo paraje que se empezó a tender/ la manga de la parte de sudueste, y naciendo del/ expresado CERCO, sale otra manga de red por la parte/ de la tierra, mirando a la de Norte y noroeste/ con el largo competente, y que incline a la de/ oeste, para que queden guardadas, con lo que se les/ estrecha el pasaje, reduciéndole a que lo hagan por entre/ las dos mangas, y que se encaminen al BUCHE, llevados de su/ natural, sin que sean necesarios ATALAYAS que los velen, por/ que no lo necesitan, ejecutándose esta pesquería de/ día y de noche, porque una vez introducidos en el/ cerco, no rompiéndose, o desbaratándose, no se pueden/ salir.
Las referidas MANGAS SE AFIANZAN EN EL MAR CON/ ANCLOTES en lo parajes que se necesitan, como las del/ buche, y además con muchas y distintas PIEDRAS que/ llaman «POTALLAS», que ésta las visten de red con sus asas// (r) fuertes para afianzarlas de forma que estén de fir/ me, sin que puedan ser movidas, ni las redes que se tienden/ arrumbadas./ Todos los atunes vienen de la parte del Poni/ ente a reconocer el cabo que llaman de ROCHE, desde/ donde se inclinan a tomar la costa, aunque muchos/ el golfo, y estando como están tendidas las men/ cionadas dos mangas, éstas las guardan la huida/ y se quedan entre ellas, dando «BORDOS y GUIÑADAS» de/ teniéndose y lográndose que se junten uno y muchos/ escabotes, haciendo un conjunto de un número cre/ cido de atunes, que todos se vean introducidos en el/ cerco, y dirigidos de su natural, o estrechados de los barcos/ que velan el mar, y que están destinados a este fin, los/ que sirven cuando los atunes son muchos, y hallando la en/ trada estrecha y oprimida, se revuelven, que entonces/ se les estrecha y se ven introducidos, aunque con trabajo./
[Fotografía no incluida en el artículo original] Los almadraberos posan en la playa de “Los Bateles”, sobre 1920, cuando aún se guardaban los enseres de la almadraba en “La Chanca”. Fotografía de Benigno Rodríguez Santamaría. Conil en la Memoria II, 2007.
Las redes de esta pesquería, como se ha refer/ ido, todas son de ESPARTO, y únicas para ejecutarla, y/ todas deberán estar bien empandadas, con el CORCHO su/ ficiente, cuyo gasto es grande, y el mayor que las que nece/ citan las de tiro, porque éstas se mantienen en el/ mar, el que combate con continuación en ellas, y por// (v) esto las rompe y desbarata, y se necesita continua/ ción, recogerlas y ponerles pandas, de forma que velen y/ que sirvan de ahuyentar (a) los atunes que tocaren en las/ expresadas redes. Este armamento, a mi ver, ES EL MEJOR PARA ESTAS/ PESQUERÍAS, porque guiados de su natural, se encierran y en/ carcelan los atunes en el Preparado de Buche, de donde/ no pueden salir, si no se revienta, hasta ser despescados./
Los barcos que ejercitan para tener completa/ esta pesquería, son los necesarios para el manejo de ella/ que, según mi cortedad, me parece que con SEIS serán bas/ tantes, incluso en ellos el que llaman de la SACADA/ los que sirven para ayudar a todas las faenas, recorrer/ las redes, enmendándolas, asegurarlas, «empandarlas»,/ velar la entrada del buche, hacer las despescas, y to/ do lo demás. Las plazas para este armamento se componen/ de CUARENTA Y CUATRO, hasta CINCUENTA todos, y los/ más peritos e inteligentes para su manejo, y siendo el/ número tan corto, no puede ser [lo] grande el mantenimiento/ y soldada.
La forma de pescar el BUCHE la tienen reducida/ los inteligentes de este arte a tener dispuesta/ un pedazo de red de CÁÑAMO, de hilado fuerte,// (r ) y pendiente de ella distintos cabos, la que llevan/ dentro de uno de los barcos, y estando todos en el/ paraje, donde están los atunes, y en la circunva/ lación del buche, se arroja en el mar, largándola/ en el por una de las puntas, después toma cada/ barco su cabo, y cada uno se retira al paraje donde/ tiene señalado; y reconociendo que los atunes están/ en positura, atezando los cabos, SUSPENDEN LA RED hasta/ dejarla sobre (el) aguada, y logrando que en ella que/ den atunes, se acerca el barco que llaman de la SACADA,/ y CON CLOQUES SE ARRASTRAN Y TIRAN, HASTA PONERLOS DENTRO./ Este género de despesca es muy trabajosa, poco ventajoso,/ muy molestoso, y menos provechoso, y muy arriesgado, y/ tan limitado que no corresponde la despesca a la pes/ quería, porque debiera estar regulada al pronto cobro/ que debiera tener, porque pescar y coger muchos/ atunes, y no despescarlos y matarlos, no puede tener/ conexión el armamento./
[Fotografía no incluida en el artículo original] Almadraba. Óleo sobre lienzo, 116x89 cm. José Rivera Gilabert. Fuente: “artelista punto com”.
Vuelvo a afianzar mi discurso, Su Excelencia, asegurando/ que EL ARMAMENTO DE BUCHE ES BUEN Y TAN BUENO/ QUE PODRÁ MATAR MUCHÍSIMOS ATUNES, pero estable/ cido en parajes competentes de BAHÍA y ENSENADAS/ que no estén expuestas a tormentas y mares de/ leva, que los desbaratan y destruían en costa descubierta,// (v) y tan cercana al estrecho como lo es la de CONIL, que/ los vientos de sus atravesías pueden deshacer lo más/ fuerte de su institución, ayudados de lo rápido de las/ corrientes de las aguas, que motivan las mareas en el/ lleno y plenitud de la luna. Y este daño, señor, tuve por/ cierto luego que tuve la noticias de la deliberación de/ Vuestra Excelencia, y se tocara siempre que se intente el proseguirle,/ y lo que con realidad y verdad puedo asegurar, según mi/ insuficiencia. Ojalá nos (s)ea para que se lograra un feliz suceso/ y muchos que Dios pudiese enviar./ No me detuviera, Señor, de afirmar de positivo,/ y aún de dar dictamen para que se prosiguiese el arma/ mento de buche, y no el de tiro, si encontrara medio/ para despescarle, porque este es muy difícil y arriesgado,/ y aunque quisiera arbitrar en ello, no sé si se tendría lo/ gro./
Fuente: Liliane M.ª Dahlmann, Directora-Conservadora del Archivo General Fundación Casa Medina Sidonia, y, Eugenio Chicano, Obra gráfica. Cuadernos del Rebalaje, N.º 50 / Enero-marzo 2022; publicado por la asociación cultural Amigos de la Barca de Jábega, ABJ, de Málaga.
[CONTINUARÁ el próximo 01 noviembre 2024]