jueves, 6 de enero de 2022

GUERRA Y LA URBANIZACIÓN ROCHE (1990).

Por enésima vez, el vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, se ve relacionado con Conil de la Frontera, siendo en este caso a causa de la compra, según nota periodística adjunta, de una parcela de 2.400 metros cuadrados, por unos 24.040 €, unos cuatro millones de pesetas de entonces, en la urbanización de Roche. De pasada, al final, se informa de la cercanía de Chiclana, donde se estrenó como mitinera la esposa, hasta 2008, del presidente del Gobierno Felipe González, Carmen Romero, en las pasadas elecciones generales del 29 de octubre de 1989, donde, precisamente, obtuvo un escaño en el Congreso de los Diputados por la provincia de Cádiz.


Alfonso Guerradándole indicaciones a Felipe Gonzálezen 1990. “ABC”, Madrid, del 18 de marzo de 2011, “El escándalo waterguerra”, Israel Viana.

Fuente: “ABC” del viernes 5 de enero de 1990.


Portada del “ABC” del lunes 2 de octubre de 1989, informando del debut de Carmen Romero, como candidata al Congreso de los Diputados por la provincia de Cádiz.

Palabras claves:

Barbate; Cabo Roche; Pincho; Carmen Reina.

miércoles, 5 de enero de 2022

ARRENDAMIENTO DE UNA CABALLERÍA DE TIERRA DEL CONVENTO DE MÍNIMOS (1821).

[Para ambientación] Al otro lado del río, hacia 1963, un agricultor se fuma un cigarro junto a la yunta de bueyes. Foto Juan “Capacha”. “Conil en la Memoria, p. 102, 2004.

Este documento protocolario, aparte de la curiosidad de su propia existencia por la terminología notarial que emplea, nos muestra los nombres de los frailes y legos que habitaban en el Convento de la Victoria, hasta un número de nueve. Algo curioso es que, a pesar de estar radicado en Conil, el arrendador o colono fuera un vecino de Chiclana, tomando más peso el que la finca estuviera localizado en aquella población. Estas rentas obtenidas por el arrendamiento de este terreno, sería uno de los medios de sustento de la comunidad de frailes.

Nota preliminar.- La transcripción se ha realizado respetando la ortografía original, mediante copia fiel y literal, con los rasgos característicos de la época y deshaciendo las abreviaturas para una mejor comprensión del escrito.

Encabezamiento del contrato de arrendamiento. Fotografía: Rafael Coca López.

Arrendamiento de una caballería de tierra de setenta y una aranzada de tierra del Convento de la Victoria de esta Villa â favor de Don Manuel Calleja vecino de Chiclana.

Sea notorio que nos el Convento y Religiosos de Nuestro Señor San Francisco de Paula, Orden de Mínimos [1] de esta Villa de Conil de la Frontera â saber los Reverendos Padres Fray Blas Garcia, Corrector del declarado Convento [2], Fray Matias Pompas, Fray José Tentor, Fray Manuel Duval, Fray Antonio Fariña, Fray Valentin Sanchez, Fray Manuel Sanchez, Presbiteros, el Hermano Fray José Ramirez, y el Hermano Fray José Sanchez legos profesos; estando reunidos en la Cerda Correctoral, â el son de campana tañida, adonde fuimos convocados para el otorgamiento de este instrumento, como lo hacemos de uso y costumbre en semejantes casos [3] para conferir y acordar todo lo conveniente al bien y utilidad de dicho Convento, en voz y nombre de los demás religiosos que en adelante fueren por quienes prestamos voz y caucion de … en forma, y los obligamos â que estén y pasen por el contexto de esta escritura y de lo que en ella irá expresado:

Santa Catalina. Cartel. Acuarela de Manuel Castro Luna. Fuente: proporcionado por el autor, mayo-junio 2016.

Decimos: Que por quanto este Nuestro Convento tiene y posee por suya propia en EL TERMINO DE LA VILLA DE CHICLANA UNA CABALLERIA DE TIERRA QUE LLAMAN VACABLANCA [4], la qual linda por Poniente y Norte con tierras de Bartolome Gonzalez Serrano, y por Levante y Sud con la cerca del Monteyla que se compone de SETENTA Y UNA ARANZADAS DE PAN SEMBRAR [5], cuya Caballeria hemos acordado unanimes y conformes darla en arrendamiento por espacio de QUATRO AÑOS Â DON MANUEL CALLEJA vecino de dicho Chiclana, que está presente, y su arriendo ha de empezár â correr desde el dia primero de agosto proximo pasado de este presente año, y ha de cumplir otro igual dia del venidero año de mil ochocientos veinte y dos, y asi subcesivamente hasta que llegue el ultimo año de los quatro porque es este arriendo, y cumplido dicho arriendo y su tiempo, se volverá â sacár al pregon la mencionada Caballeria de Tierra para hacer nuevo arrendamiento, y sinoquisiere el dicho Don Manuel Calleja dará â la Comunidad el arriendo que esta tenga â bien; cuyo arriendo se le hace con las condiciones siguientes:

Tin Retablo Santa Pintura, San Francisco de Paula, de México; 20 agosto 1896.

Primeramente el dicho Don Manuel Calleja ha de laborear por año y vez la tierra [6], para que quando se verifique el soltarla, quede al nuevo colono sitio para barbechear [7].

Segunda que el pago annual del arrendamiento que se pacte, ha de satisfacerse religiosamente entre Santa María de agosto [8] y ocho de septiembre [9], de suerte, que de no verificarlo, ha de pasár â costa del inquilino un religioso â cobrarlo â su mismo domicilio, y será el de CIEN DUCADOS POR CADA UN AÑO. Con cuyas condiciones celebramos este arrendamiento en favor del memorado Don Manuel Calleja por el recordado tiempo de los quatro años, en que asi lo hemos estipulado con el, y de que asi le será inviolable, guardando como guardamos las condiciones que van expresadas, así por nos los mismos otorgantes, como por los demás que fueren en adelante, mediante â la utilidad que se le sigue â este dicho Convento, y que le será cierto y seguro â dicho arrendador. Y estando presente â el otorgante de esta escritura yo el dicho Don Manuel Calleja, habiendola oido y entendido sus clausulas y condiciones, otorgo que las acepto en todo y portodo, según y como en ella se contienen, y recibo en arrendamiento de los citados Reverendos Padres que componen la Comunidad de este mismo Covento la mencionada caballeria de tierra que va declarada y deslindada que poseen por suya propia en el termino de Chiclana por el tiempo de quatro años contratados, y me obligo â pagar annualmente por Santa María de agosto los referidos cien ducados, satisfaciendolos en moneda usual y corriente, guardando y observando las condiciones que quedan expresadas, y consiento se meexecute por el tenor deellas, y del deeste instrumento â su entero cumplimiento en virtud de esta escritura y el juramento ô simple declaracion de la parte de dicho Convento, relevandole como le relevo de Costas.

Convento de Santa Catalina, hacia 1919. Antiguamente llamado de la Victoria. La construcción fundamental y primitiva es del siglo XVI y de ella es la nave de la iglesia, la sacristía y las escaleras. La portada y campanario son del primer tercio del siglo XVII. El resto del Convento fue levantado en 1760. Colección particular Juan Aragón. “Conil en la Memoria”, p. 41, 2004.

Y ambas partes por lo que â cada de Nos respectivamente toca y pertenece al cumplimiento firmeza y estabilidad de esta escritura Nos los dichos Reverendos Padres obligamos los bienes habidos y por haber damos poder cumplido â las Justicias y Jueces de Su Majestad que de nuestras cosas puedan y deban conocer, para que â todo lo dicho nos executen compelan y apremien, y renunciamos las leyes fueros y derechos de nuestro favor y la general de todas en forma. Y nos los dichos Presbiteros el Capitulo oduardus de solutionibus suam de penis con todo su tratado. En cuyo testimonio asi lo otorgamos en la VILLA DE CONIL DE LA FRONTERA Â TREINTA Y UNO DE AGOSTO DE MIL OCHOCIENTOS VEINTE Y UNO, y los otorgantes â quienes yo el Escribano de la Nacion publico interino y unico en la misma, doy fe conosco, lo firmaron, siendo presentes por testigos Don Francisco Ortiz, Don José Borrego y Francisco Peña vecinos de esta referida Villa = Enmendado = el termino = vale. [Rúbrica de Gavala]

[Aparecen las firmas y rúbricas de]: Fray Blas Garcia, Corrector; Fray Matias Pompas, Fray José Tentor, Fray Antonio Fariña, Fray Manuel Sanchez, Fray Josef Ramirez, Fray Josef Sanchez. Manuel Francisco Calleja. Ante mi Juan Bernardo Gavala, Escribano de S.M. publico interino.”

Detalle de las firmas de los intervinientes, en la cuarta y última página de este documento. Fotografía: Rafael Coca López.

Fuente: Archivo Histórico Provincial de Cádiz, Legajo 148, de 1817 a 1824, Conil, Folios 98 y 99; transcripción literal de Rafael Coca López.


NOTAS:

[1] La Orden de los Mínimos (O.M.) es una orden religiosa católica fundada por el ermitaño San Francisco de Paula en el siglo XV. El nombre de “mínimos” hace referencia a la humildad de estos religiosos. Tienen una vida cuaresmal. Practican la oración, la pobreza, el desapego y el trabajo manual. Tienen una forma de vida austera y sobria. Fuente, texto e imágenes: Wikipedia, la enciclopedia libre.

Escudo de la orden (“charitas”).

[2] La denominación “corrector” se aplica al Superior en la Orden de los Mínimos, pudiendo ser General, Provincial y Local, este último con jurisdicción sobre un Convento. La Regla explica en el Capítulo 10º el por qué de esta denominación: “… cada uno de los que se ocupan del gobierno de esta Orden de los Mínimos no sin motivo son llamados Correctores, para que corrigiéndose ante todo a sí mismos, corrijan con compasión a los frailes a ellos confiados, de tal manera que se conduelan piadosamente de los defectos de sus hermanos y deseen y busquen su enmienda más que el castigo …” Fuente: “estudiosminimos punto eu”.

[3] Entendemos por esta parrafada, que la Comunidad debería de tener más propiedades en arrendamiento, pues alude a cómo son convocados todos sus miembros, para que mancomunadamente, “… como lo hacemos de uso y costumbre en semejantes casos … “, otorguen su acuerdo unánime.

[4] Nuestras referencias localizan el paraje de Vaca Blanca en las proximidades de la Huerta Jardal, Carretera Nacional 340 Km. 14-15, cercana al límite entre los términos de Chiclana y Conil.

[5] Tomando la aranzada de 4.472 metros cuadrados, estaríamos hablando de una finca de cerca de 32 hectáreas. Por otro lado, la expresión “… de pan sembrar [llevar] …”, según el Diccionario de la RAE, se refiere a “tierra destinada a la siembra de cereales, o adecuada para este cultivo”.

[6] Técnica que exige una rotación del cultivo de los campos dejándolos descansar un año. También, según la RAE, “… para designar la tierra que se siembra un año sí y otro no,…”.

[7] Barbechear, o barbechar, es dejar sin sembrar una tierra de cultivo durante uno o varios ciclos vegetativos, con objeto de recuperar y almacenar materia orgánica y humedad, para que cuando se vuelva a cultivar, lo haga en mejores condiciones. En resumen, es un descanso de la parcela de tierra para que, acompañada de algunas labores, se tenga lista para la siembra.

Campo en barbecho, Nigel Chadwick, 17 mayo 2009. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.

[8] Se refiere a la fecha del 15 de agosto, cuando en la actualidad se celebra el día de la Asunción de la Virgen María. Aquí, en este caso, se salta la tradición, que estimaba el inicio del año agrícola a primero de octubre y finalizaba el 29 de septiembre, festividad de San Miguel, fecha que se fijaba para el pago de las rentas.

[9] Festividad de Nuestra Señora de las Virtudes, patrona de Conil de la Frontera. 

PECES DEL LITORAL DE CONIL (2009).

ACEDÍA 39


Fuente: Cartel publicado por el Excmo Ayuntamiento de Conil de la Frontera en 2009. “Especies de Interés Pesquero en el Litoral de Andalucía”, Consejería de Agricultura y Pesca, Junta de Andalucía, 2001.


En la orilla, hacia 1976. Colección particular Joaquina Sánchez. Conil en la Memoria II, p. 167, 2007.


WEBOSFRITOS”. “Acedía con patata asada”, 26 de abril de 2015.



Palabras clave: lenguaico, pleuronectiformes, soleidae, dicologoglossa cuneata, bentónica, arrastres, enmalle.


martes, 4 de enero de 2022

INFORME SOBRE EL DETERIORO DEL PATRIMONIO NATURAL E HISTÓRICO DE CONIL 2/15 (2002).

Se pretende con estas entradas, dar continuidad, como así lo declaraba la Plataforma “La Laja”, en el editorial del primer número del boletín, a la defensa, difusión y conservación del patrimonio natural y cultural de nuestra villa, reproduciendo todos aquellos artículos que, a pesar del tiempo transcurrido, se mantienen de actualidad, o bien es interesante su recuerdo, como una forma de valorar lo que en este campo se ha realizado, dando el OK como objetivo conseguido, o el tirón de orejas como meta no alcanzada.

La Laja cree que para conservar y mejorar nuestro patrimonio se precisan dos condiciones. Primero es necesario CONOCERLO, porque sólo así aprenderemos a valorarlo, a quererlo y a RESPETARLO como obra anónima que es de nuestros predecesores y del tiempo. De lo que se trata, en segundo lugar, es de CAMBIAR DE ACTITUD. Si lo conseguimos, no debería haber impedimentos económicos, ni excusas de otra índole, que nos hagan olvidar la importancia que posee mantener y acrecentar dicho legado. La ignorancia es destructiva; por tanto, la EDUCACIÓN debe jugar un papel estratégico en la conservación.”

Foto 1: Excesiva volumetría con vista al mar en la Tahona, s. XVI, calle La Virgen. Boletín 1, p. 13, otoño 2002.

2. LA PÉRDIDA DE CALIDAD DE VIDA URBANA.

El casco antiguo, convertido en centro comercial y de servicios durante los meses de verano se deteriora (abandono, destrucción especulativa, saturación de vehículos circulando o aparcados, ruido, mal uso del espacio público, …), con grave pérdida de sus características ambientales y de su identidad misma, pero el núcleo urbano en su conjunto sufre también de estos y otros males.

En los últimos años, la calidad de vida urbana de Conil se ha mermado considerablemente. La población experimenta un crecimiento desmesurado y regido por la especulación, que nos lleva a una situación de hacinamiento, de saturación (con construcción de los pocos espacios libres de “desahogo”: Huerta de Enmedio, Molino de Viento, la Vaguada, …). La vida de pueblo, esa vida sana, cómoda y tranquila se va transformando: Conil se va convirtiendo en ciudad, con todos los inconvenientes, pero sin ninguna de sus ventajas como contrapartida (dotación zonas de espaciamiento, arbolado y espacios ajardinados, mobiliario urbano, …).

El actual desarrollo urbanístico se caracteriza por el uso abusivo o intensivo del suelo para la construcción de edificaciones, en detrimento del ciudadano de a pie, que debe soportar la estrechez de las aceras en las nuevas zonas de expansión urbana (donde no pueden cruzarse dos carritos para bebés ni, a veces, dos personas) y la fuerte presión del tráfico rodado, carente también de vías adecuadas en las principales arterias y de espacios públicos de aparcamiento, por falta de una planificación adecuada. La calle Rosa de los Vientos, principal eje actual de la ciudad, puede presumir de ser la “reina” del desastre, con dos sentidos de viario estrecho, cambios de rasante, intensa circulación de camiones, … Por su parte, la calle Chiclana, que conecta el casco antiguo con estos nuevos desarrollos, es de dirección única y difícilmente transitable, con vehículos aparcados en sus pequeñas aceras, carga y descarga obstaculizando la fluidez del tráfico, falta de mobiliario urbano, etc. ¿Y qué decir de la calle Canarias o de Pascual Junquera?.

Foto 2: Aparcamientos y acera en La Misericordia. Boletín 1, p. 13, otoño 2002.

Donde los ejes viarios son mejores o más amplios (calle de la carretera de acceso desde la N-340 hasta El Punto) el espacio público se ha obtenido, a veces, a costa de gravosas concesiones a la propiedad: este es el caso de Residencial La Fábrica, en construcción, con una excesiva edificabilidad, de hasta cinco alturas en el mismo borde del conjunto histórico (barrio de la Carretería), en la parte más elevada del pueblo, impactando muy negativamente las visuales urbanas desde el casco histórico y la playa. Pero la excesiva y abusiva edificabilidad afecta también a otras zonas del conjunto histórico intramuros (calle la Virgen, por ejemplo) o no (calle Extramuros), así como de su borde marítimo (carril de la Fuente) con tres, cuatro y cinco alturas, parte de ellas de construcción muy reciente. Del caos urbano de la zona del Pozuelo o del área urbana de la calle Trafalgar, ni hablamos, aunque invitamos a “pasear” por ellas.

Durante el verano la población de Conil se multiplica, nadie sabe por cuánto, alcanzando entre 60.000 y 90.000 habitantes. Estos datos son sólo cálculos aproximativos en función de la basura generada. Ya puede suponerse que durante esta época del año se multiplican los problemas de circulación rodada, pero también la suciedad: los pestilentes contenedores de basura, abiertos todo el año, se ven en esta época desbordados, como los sistemas de recogida y limpieza. Entonces toda la ciudad parece un estercolero. Si a ello sumamos sus escasos servicios desbordados por la avalancha de bañistas (servicios médicos, por ejemplo) o la inexistencia de otros (bomberos, …), así como las insuficientes infraestructuras de la población, ya podemos imaginar el panorama.

En esta época el aparcamiento es, sin duda, otro de los problemas pendientes. Miles de veraneantes visitan nuestro pueblo, cientos de viviendas se construyen para ellos (la mayoría sin las imprescindibles plazas de garaje), pero los aparcamientos públicos no existen. Sólo las calles y las plazas, insuficientes para albergar tanto vehículo, y el paseo marítimo, que deja de ser lugar de esparcimiento público para convertirse en un gran parking, también insuficiente, por lo que se permite la invasión de las zonas protegidas de la costa, en detrimento de las playas, cuya vegetación se deteriora, ofreciendo el frente litoral de la población la imagen de una enorme cochera. Y se aboga por un “turismo sensible” …

Foto 3: Edificabilidades excesivas en los bordes del conjunto histórico, barrio de la Carretería. Boletín 1, p. 13, otoño 2002.

En fin, para terminar baste recordar que en nuestro pueblo están en vigor diversas Ordenanzas, entre ellas una sobre ruidos pero, como las del conjunto histórico, siguen sin cumplirse. Podemos distinguir entre ruidos móviles y estáticos: entre los primeros destacan los producidos por vehículos a motor, principalmente ciclomotores; entre los segundos, las omnipresentes obras durante el día – que al terminar el verano ocupan indiscriminadamente el espacio público, con o sin licencia para ello – y los ruidos procedentes de la zona de copas del SE del núcleo urbano durante la noche. La impunidad con la que circulan los ciclomotores, conducidos por adolescentes a alta velocidad, a veces a contramano, y con escape libre por sistema, pone en peligro no sólo la tranquilidad sino también la seguridad ciudadana, sobre todo la de mayores y pequeños, pero en general la del paseante, que debe esconderse en zaguanes, refugiarse entre los coches aparcados en las aceras o pegarse a las paredes de las casas para no ser atropellado (calle Extramuros, por ejemplo). Entre las fuentes estáticas de ruido destacan los bares y pubs de las calles Ancha y Goya principalmente, que amargan la vida de los vecinos durante todo el año, así como el llamado “recinto de ocio” de los Bateles, popularmente las Carpas, que durante el verano convierte a todo Conil en una ruidosa feria hasta altas horas de la madrugada. El conjunto sonoro altera la tranquilidad, impide el descanso y ofrece – junto con las basuras o la deficiente utilización del espacio público – una imagen incivilizada de nuestro pueblo.

Fuente: “Informe sobre el deterioro del Patrimonio Natural e Histórico de Conil”, Boletín 1 La Laja, Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Conil, pp. 11-14, otoño 2002.

lunes, 3 de enero de 2022

EL VIÑEDO EN CONIL 1/11 (1807). LISTÁN COMÚN.

Vamos a describir, en esta serie de 11 entradas, las variedades de vid que se cultivaban en CONIL a principios del siglo XIX, aprovechándonos para ello del excelente trabajo realizado por Simón de Rojas Clemente y Rubio, titulado “Ensayo sobre las variedades de la vid común que vegetan en Andalucía”, publicado en Madrid en 1807.

 

Retrato de Simón de Rojas Clemente y Rubio, extraído de una lámina incluida en la edición de 1879 de su libro “Ensayo sobre las variedades de la vid común que vegetan en Andalucía”. Wikipedia, la enciclopedia libre.

Simón de Rojas nació en Titaguas (Valencia) en 1777. Sus padres lo destinaron a la vida eclesiástica y realizó estudios en el Seminario de Nobles de Madrid durante tres años. Allí siguió cursos de ciencias naturales, que tanto le atraían, y aprendió árabe … Su biografía es muy interesante y la puedes leer AQUÍ.

LISTÁN COMÚN

Lámina añadida en la edición de este libro de 1879.

Simón de Rojas nos dice que esta variedad es la más cultivada en CONIL, después de la Mantúo de Pilas, y es la que llevan a Cádiz para su venta en el mercado, junto con las Mantúas, Moscateles y otras. Es muy apreciada por lo sabroso de su uva.

Lámina añadida en la edición de este libro de 1879.

Fuente: “ENSAYO SOBRE LAS VARIEDADES DE LA VID COMÚN QUE VEGETAN EN ANDALUCÍA”, Simón de Rojas Clemente y Rubio. Consejería de Agricultura y Pesca. Sevilla, 2002.

Ambientación: Cepa con muchos años. Fuente: mivino punto es.

domingo, 2 de enero de 2022

CONIL Y OTRO NAUFRAGIO (1901).

Loable acción de un pescador de CONIL.

Fuente: “LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA: diario universal de noticias”. Núm. 15691, del 2 de enero de 1901.


sábado, 1 de enero de 2022

INFORME SOBRE EL DETERIORO DEL PATRIMONIO NATURAL E HISTÓRICO DE CONIL 1/15 (2002).

Se pretende con estas entradas, dar continuidad, como así lo declaraba la Plataforma “La Laja”, en el editorial del primer número del boletín, a la defensa, difusión y conservación del patrimonio natural y cultural de nuestra villa, reproduciendo todos aquellos artículos que, a pesar del tiempo transcurrido, se mantienen de actualidad, o bien es interesante su recuerdo, como una forma de valorar lo que en este campo se ha realizado, dando el OK como objetivo conseguido, o el tirón de orejas como meta no alcanzada.

La Laja cree que para conservar y mejorar nuestro patrimonio se precisan dos condiciones. Primero es necesario CONOCERLO, porque sólo así aprenderemos a valorarlo, a quererlo y a RESPETARLO como obra anónima que es de nuestros predecesores y del tiempo. De lo que se trata, en segundo lugar, es de CAMBIAR DE ACTITUD. Si lo conseguimos, no debería haber impedimentos económicos, ni excusas de otra índole, que nos hagan olvidar la importancia que posee mantener y acrecentar dicho legado. La ignorancia es destructiva; por tanto, la EDUCACIÓN debe jugar un papel estratégico en la conservación.”

Foto 1: Estado actual del Castillo y Torre de Guzmán. Portada Boletín 1, otoño 2002.

1. LA DESTRUCCIÓN DEL CONJUNTO HISTÓRICO.

Conil de la Frontera fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1983 (RD 1396/1983, BOE 25/05/83) con una delimitación confusa y, en todo caso, incorrecta, pues se protegían zonas urbanas nuevas, sin valor histórico, dejando sin protección numerosas calles del siglo XVI …; un Informe-Diagnóstico del conjunto histórico de 1990, realizado por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, reconocía la mala delimitación de 1983, proponiendo otra más ajustada a la realidad, pero igualmente incorrecta. En todo caso, las Normas Subsidiarias de planeamiento municipal, aprobadas en 1984, incluían todo el antiguo recinto histórico de Conil y su frente marítimo dentro del ámbito de aplicación de las Ordenanzas del casco histórico, aunque con muy escaso contenido de protección. Así pues, desde mediados de los años 80 hay en Conil una figura mínima de protección (declaración de Conjunto Histórico) y una Ordenanzas municipales específicas aplicables en dicho ámbito, que desgraciadamente no se han cumplido nunca.

Foto 2: Torre de la Vela, Castillo de la Torre de Guzmán, s. XIV-XV, en 1982. Pág. 5, Boletín 1, otoño 2002.

a) Breve apunte histórico

Conil surgió durante el siglo XIV – en el contexto de la repoblación cristiana de la zona del Estrecho – alrededor de la Torre de Guzmán y su Castillo, creados para la protección de la población pescadora de sus almadrabas, fue poblado por iniciativa de los duques de Medina Sidonia durante el siglo XV, pero su configuración como villa data del siglo XVI. Fue entonces cuando los Guzmanes construyeron la muralla – de la que todavía hay restos – y edificaron sus principales monumentos: el Convento de la Victoria, extramuros, donde actualmente se ubican la Iglesia Parroquial y el Ayuntamiento, y la Chanca, fábrica de salazones y almacén de barcas y pertrechos de las almadrabas de Conil entre los siglos XVI y XIX, adosada a la muralla por la parte de la mar. Gracias a su importancia pesquera la villa continuó su crecimiento durante el siglo XVII, a pesar de las adversas circunstancias de la centuria, alcanzando los 3.000 habitantes.

Foto 3: Torre de la Vela, Castillo de la Torre de Guzmán, s. XIV-XV, en la actualidad [2002]. Pág. 5, Boletín 1, otoño 2002.

Durante el siglo XVIII Conil embelleció su caserío con edificaciones de beneficencia (destacando la Casa Hospicio de la Misericordia) y grandes viviendas de porte noble, que contrastaban fuertemente con las modestas viviendas de labradores y, sobre todo, con los patios de vecinos, la vivienda popular por excelencia, surgiendo o consolidándose los arrabales extramuros. En el siglo XIX se reedificaron intramuros las casas de la burguesía propietaria, y extramuros el caserío se expandió al norte de la villa, siguiendo el trazado de los caminos que de ella partían. Conil, con unos 5.500 habitantes hacia 1900, apenas cambiará nada durante la primera mitad del siglo XX, pues el crecimiento demográfico se canalizó hacia el diseminado rural (Barrio Nuevo) o la emigración (Barbate); pero desde los años 60, saturado el agro, la expansión volvió de nuevo a afectar al núcleo urbano, que posee en la actualidad unos 15.000 habitantes. La amplia variedad de desarrollos recientes, planificados o espontáneos, no podemos considerarlos parte del conjunto histórico, cuya correcta delimitación puede hacerse hoy sin ninguna dificultad.

Foto 4: Iglesia Parroquial de Santa Catalina, s. XV-XVI, campanario, un ejemplo de abandono del patrimonio. Pág. 5, Boletín 1, otoño 2002.

El primitivo recinto amurallado del siglo XVI no ofrece dudas y está bien definido; los arrabales extramuros (siglo XVI a mediados del XX) también son claramente reconocibles, a pesar de las importantes alteraciones de los últimos 30 años. Pueblo tradicionalmente de pescadores y agricultores, Conil se ha ido terciarizando aceleradamente durante los últimos años debido al atractivo turístico que ofrecen sus playas, fenómeno que ha propiciado y está propiciando un crecimiento urbano sin precedentes, que desgraciadamente está provocando gravísimas alteraciones en el conjunto histórico.

Foto 5: Iglesia Parroquial de Santa Catalina, s. XV-XVI, interior, un ejemplo de abandono del patrimonio. Pág. 5, Boletín 1, otoño 2002.

b) La degradación del conjunto histórico-artístico

En 1986, poco después de su declaración como Conjunto Histórico-Artístico, el padre Antón Solé decía que la arquitectura doméstica de Conil, pareja con la de los pueblos de la costa atlántica gaditana, presentaba una armonía constructiva en las alturas, distribución y elementos decorativos de las fachadas y de los patios, que hacía de Conil un conjunto merecedor de protección, para que no se produjeran los derribos y transformaciones que ya amenazaban “su uniformidad y sus valores históricos y artísticos”. Desgraciadamente, los peores augurios se han cumplido y hoy Conil ha perdido esa armonía y, de seguir como hasta ahora, terminará perdiendo también su identidad, construida a lo largo de los siglos, debido a una mal entendida “modernidad” y a la falta de voluntad, de sensibilidad y de interés de los sucesivos gobiernos municipales de los últimos veinte años, sin distinción de colores políticos.

Foto 6: Casa Hospicio de la Misericordia, siglo XVIII, interesantísimo patio, alterado recientemente, según se aprecia en la siguiente fotografía. Pág. 6, Boletín 1, otoño 2002.

La progresiva desaparición del patrimonio urbano de Conil no sólo afecta a su edificación tradicional sino también a sus monumentos y elementos singulares, cuyo lamentable estado habla por sí mismo: los restos del Castillo y Torre de Guzmán están reconstruidos, enfoscados y pintados de amarillo; la iglesia parroquial de Santa Catalina está ruinosa y abandonada, invadida de árboles y arbustos su cubierta, y también pintada de amarillo; la Chanca del Duque, a pesar de su reciente catalogación como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Etnológico, sigue siendo albergue de poblaciones marginales que continúan deteriorándola, sin que el Ayuntamiento haga absolutamente nada por protegerla (cerrarla al menos); la Misericordia conserva su fachada, pero sus patios interiores se hallan muy alterados (uno de ellos fue “reconstruido” recientemente por iniciativa parroquial, sin ningún control, sustituyendo sus primitivas vigas de madera, sus ladrillos y alfarjías por rasillones y ensolando su patio de gres y losa partida …), el Molino de Viento es un estercolero, la torre de Castilnovo está abandonada y en ruina, la de Roche enfoscada, pintada de amarillo y con un faro en su azotea, etc.

Foto 7: Casa Hospicio de la Misericordia, siglo XVIII, patio alterado recientemente, con sustitución de vigas, enfoscado e introducción de nuevos materiales disonantes: rasillones, gres y losa partida. Pág. 6, Boletín 1, otoño 2002.

Si este es el panorama de los bienes catalogados, ya podemos imaginarnos cómo se encuentra la vivienda tradicional o tipológica. La trama urbana de Conil se conserva todavía tanto dentro como fuera del recinto amurallado, pero la mayoría de sus patios fue sencillamente destruida y las viviendas tradicionales de labradores han sido gravemente alteradas, desfiguradas o sustituidas. Esto empezó en los años 70, continuó durante los 80, se incrementó durante los 90 y continúa hoy: hace unos días se tiró una interesante vivienda en la calle Prieta, hace unos meses se derribó un patio del siglo XVIII en la calle Señores Curas y se tiraron dos en la calle Cádiz (uno de ellos del siglo XVI), se continúan construyendo viviendas de nueva planta en la calle la Virgen y pubs en los viejos patios de la calle Ancha … Sólo tres casas de Conil están incluidas en el Plan General de Bienes Culturales, y otras 10 edificaciones fueron reseñadas fotográficamente, pero algunas de ellas ya no existen …

Foto 8: Moribundos patios, calle Sauceda. Pág. 8, Boletín 1, otoño 2002.

Según el Informe-Diagnótico de 1990, ya citado, del parque de viviendas del conjunto histórico de Conil el 50% mantenían buen estado de conservación, el 38% un estado medio y sólo un 12% presentaba mal estado, edificaciones ruinosas o abandonadas con fines especulativos. Hoy poco más del 50% del casco histórico se encuentra habitado de modo más o menos permanente y las alteraciones, la sustitucn de elementos y los derribos se han incrementado (calle Señores Curas, traseras de la calle Sagasta, barrios históricos extramuros …). Parece como si el conjunto histórico de Conil se quisiera reconstruir de nueva planta, sin ningún respeto por sus valores históricos y artísticos, como si Conil quisiera barrer de la memoria su pasado …

Foto 9: Nuevo hotel, sobre un patio derribado del siglo XVIII. Pág. 8, Boletín 1, otoño 2002.

La degradación de los bordes del casco histórico es igualmente lamentable. En 1990, las zonas especialmente degradadas se situaban en los bordes y límites del centro: la zona alta que rodea el Molino de Viento, con calles y casas inacabadas, de autoconstrucción, con traseras y medianeras en ladrillo de obra, es decir, falta de remate de la ciudad. Una segunda zona, las traseras de la calle Cádiz (calle Castillo), fondo de saco con tres y cuatro alturas, donde la ciudad se convierte en trastienda y basurero. Y la zona de la Chanca, que no supieron ver los de Cultura o no les enseñaron, pero donde también advirtieron un fuerte deterioro (Santa Catalina, la calle Columela …). Doce años después, la degradación de estas zonas continúa, pero va a cambiar en breve, juzguen ustedes si para bien o para mal: se va a terminar de construir el frente litoral de la población, cerrándolo con alturas esperemos que más “respetuosas” que las del Carril de la Fuente, por prescripción de Cultura, que ha impuesto una generosa zona de protección de la Chanca.

Foto 10: Derribos en la trasera de loa calle Sagasta. Pág. 8, Boletín 1, otoño 2002.

La del Castillo va a seguir siendo una llamémosle “calle” donde rivalizan en altura las nuevas construcciones, recientes y previstas o previsibles, de las traseras de la calle del Carril y la de Cádiz. Y la zona del Molino va a ser en breve edificada, en terraza hacia la Vaguada, dejando junto al antiguo Molino de Viento una pequeña zona verde desde donde ya no se verá el mar, igual de fea y caótica que hoy, pero más construida o “acabada” … La obsesión constructora en todo el centro histórico y sus bordes es verdaderamente lamentable, y no está controlada.

Foto 11: Nuevos apartamentos para turistas, en calle Sagasta. Pág. 8, Boletín 1, otoño 2002.

c) Problemas del centro

Conil, como todos los pueblos costeros de la provincia, sufre unas presiones muy fuertes por parte de los intereses de promotores, constructores y propietarios de fincas urbanas del caso histórico y sus bordes: la especulación, la elevación del precio del suelo, la vivienda, apartamento u hotel con “vista al mar” … Nada de eso es nuevo ni desconocido: lo que resulta verdaderamente increíble es que en pleno siglo XXI continuemos con este “modelo insostenible de desarrollo turístico”, sacrificando en la pira de intereses particulares un patrimonio que es colectivo. En la actualidad, el centro histórico de Conil se identifica todavía con la ciudad, pero va perdiendo rápidamente actividad y centralidad, por desplazamiento de su vecindario más popular hacia el área suburbana y de loa actividad económica al nuevo centro urbano de a Laguna-la Bodega-Rosa de los Vientos, quedando el centro histórico cada vez más terciarizado y orientado a un turismo masivo de temporada. Por otra parte, dicho centro histórico presenta graves problemas de “legibilidad” (deterioro de los bordes y del mismo centro) y de accesibilidad. La infrautilización del espacio público es notoria, con aceras mínimas o inexistentes, ocupadas indiscriminadamente por vehículos aparcados, falta de arbolado y de zonas ajardinadas en sus plazas o, durante el verano, la invasión del espacio público por tenderetes de trapos y bisutería (calle Cádiz, por ejemplo), alterando todo ello gravemente las visuales y dificultando el tránsito peatonal. Se echan en falta, sin duda, equipamientos culturales que ofrezcan otro tipo de producto a residentes y visitantes.

Foto 12: Tipologías tradicionales desaparecidas, nueva vivienda y pub, calle Ancha. Pág. 10, Boletín 1, otoño 2002.

La degradación de las características ambientales de Conil no está sólo provocada por la sustitución de la edificación histórica, sino por toda una serie infinita de alteraciones “menores”: color amarillo albero en fachadas, aluminio en cierros, introducción poco cuidadosa de redes eléctricas o de telefonía (con cables volanderos y en fachadas o discordantes cajas de registro y conexión), además de rótulos a capricho y “chirimbolos” publicitarios excesivos y de mal gusto, pavimentación inadecuada de las calle peatonales, malolientes contenedores de basura abiertos todo el día, falta de limpieza de sus calles, etc. Si a ello añadimos el ruido de los ciclomotores durante el día y del excesivo número de bares y pubs durante la noche, con el efecto amplificador de la estrechez de las calles, obtenemos un cuadro parecido al Infierno que pintara El Bosco, sobre todo en verano, porque en invierno el centro parece y se encuentra despoblado, salvo en los fines de semana que anima la “marcha conileña”.

Foto 13: Discordantes zócalos en el casco histórico. Pág. 10, Boletín 1, otoño 2002.

No queremos terminar este breve repaso sin hablar de las visuales urbanas. Conil se caracterizaba por sus visuales. Aquí el mar, la fachada marítima, es un telón de fondo que forma parte indisoluble de la imagen interior y exterior de la villa histórica, contribuyendo a la mejora de su calidad ambiental. El paisaje que genera impone su presencia de manera poderosa, siendo por lo demás la cusa de su reciente proceso de “desarrollo” turístico. Conil era hasta no hace mucho un pueblo escalonado, con vista democrática al mar. La pantalla arquitectónica del Carril de la Fuente – iniciada en los años 80 y concluida recientemente – provocó la escalada por elevación en altura de numerosas edificaciones del centro histórico y de sus bordes, perdiéndose numerosas visuales del interior al exterior, esas vistas panorámicas con el océano como fondo que constituían una de las “señas de identidad” del pueblo, tanto como sus casas o sus calles, que no se explican sin dichas visuales. La imagen exterior del núcleo también se resintió notablemente, al dejar de hacerse visibles desde la playa las torres (Torre de Guzmán, campanarios de Santa Catalina y el Convento) u otros elementos (la Chanca, la capilla de la Misericordia o el Molino), camuflados u ocultos tras la nueva muralla de cemento blanqueado, desfigurando y trivializando su imagen. Es una lástima.

Foto 14: Discordantes chirimbolos en el caso histórico. Pág. 10, Boletín 1, otoño 2002.

El desinterés que sigue manifestando nuestro Ayuntamiento por el conjunto histórico y la indisciplina urbanística imperante son una desafortunada realidad, y ha tenido que ser el informe preceptivo y vinculante de Cultura quien proteja la Chanca y su entorno, e introduzca en el texto refundido del PGOU unas instrucciones de “presentación de obras” en el conjunto histórico y una propuesta de normativa de protección. El plano de Área Histórico-Ambiental que se aporta vuelve a delimitar mal, otra vez, el Conjunto, y sigue sin entenderse la importancia de sus bordes … En fin, ¿para cuándo el Plan Especial?

Fuente: “Informe sobre el deterioro del Patrimonio Natural e Histórico de Conil”, Boletín 1 La Laja, Amigos del Patrimonio Natural y Cultural de Conil, pp. 3-11, otoño 2002. 

GUERRA EN ÁFRICA (1.925).

El Ayuntamiento de Conil, y en su nombre el alcalde, felicita al máximo representante del Gobierno de la Nación en la provincia, por los “tr...