Curiosamente, el Libro de Bautismos 10-11, de los años 1702 al 1714, recoge una serie de anotaciones en la contraportada, con hechos o confidencias importantes para el escribano responsable de su llevanza, que nos ilustra sobre el interés que mostraba por esos acontecimientos narrados.
Battle of Cádiz, 1702. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.
Este primer apunte está enmarcado, aunque unos meses después, en el sitio de la ciudad de Cádiz por una flota anglo-neerlandesa, dentro de la Guerra de Sucesión Española, que se inició el 23 de agosto de 1702, durando un mes aproximadamente. Esta flota constaba de 25 navíos de línea y al no conseguir la toma de Cádiz, se dedicaron al pillaje y saqueo de algunas poblaciones de la bahía, antes de zarpar hacia Lisboa. Quizás la repetición de estos hechos tuvo como sufridora la villa de Conil y que se relata brevemente en esta nota.
“En la villa de Conil … En el día 15 de mayo de 1703 a como las once del día vino a esta costa un navío a vista de galeones, habiendo diferentes navíos de Inglaterra y como a las doce, varó en esta costa y vino próximo del CASTILLO, y poseyéndose los ingleses de él, lo saquearon y saltaron en tierra y quemaron los barcos del Duque y las redes que servían en la almadraba, como también algunos barcos de jábegas.”
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El 1 de agosto de 1704 una flota angloneerlandesa de 61 buques de guerra, con una dotación de 4000 cañones, 9000 infantes y 25000 marineros llegaron a la bahía de Algeciras situándose frente al puerto de Gibraltar, defendido por tan solo 100 soldados y poco más de 400 personas civiles armadas. Esta plaza era especialmente importante debido a su situación estratégica en el estrecho de Gibraltar y nudo de comunicaciones entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo y a sus propias características ya que se consideraba a la propia orografía de la ciudad el punto más fuerte de su defensa (Wikipedia).
“El día primero de agosto de 1704 años la armada de Inglaterra ganó a GIBRALTAR en ocho horas de combate, hoy son 13 de abril de 1705 y no se ha podido restaurar por España.”
Defensas de Gibraltar de 1704, que con leves modificaciones se mantuvieron iguales en el asedio de 1727. Falconaumanni, 31 agosto 2008. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.
Veue du d´Estroit de Gibraltar et des Environs, avec les tranchées du Siège mis en 1704 // Vista del Estrecho de Gibraltar y sus alrededores, con las trincheras de asedio establecidas en 1704. Louis Boudan. Biblioteque Nationale de France
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Desde finales de 1726 se comenzó a reclutar un mayor efectivos en el campamento español al norte de Gibraltar, con la idea clara e inminente de reiniciar las hostilidades sitiadoras sobre la población. El encargado de comandar el ejército español sería esta vez el Conde de las Torres, Cristóbal de Moscoso Montemayor y Córdoba. En esta se estaba cuando una carta anónima y secreta, con la anuencia de todos los curas de Conil, se lee en Cabildo con la intención de procurar evitar el envío de tres mozos de quinta declarándolo como una injusticia.
“En el mes de noviembre de 1726, vino una CARTA SECRETA AL CABILDO, con orden de que habían de asistir los curas, y que a uno de ellos se le entregara hasta que fuera el siete de dicho mes y que no se abriera hasta entonces a las diez del día y que en horas se había devolver lo que en ella venía, lo que se cumplió y fue leída para que los curas no consintiesen el que una quinta de tres hombres hubiese injusticia, lo que se ejecutó y ésta fue para el sitio que pasó el General Marqués de las Torres a GIBRALTAR, por enero de 1727 y dura hasta hoy el sitio 4 de junio, en julio treguas.”
German print of the 1727 Gibraltar Siege // Impresión alemana del asedio de Gibraltar de 1727. Gibraltar Museum through Ingenieros del Rey. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.
Fuente: Archivo Parroquial de Conil, Libro de Bautismos números 10 y 11, 1702-1714; transcripción libre de Antonio Martínez Cordero, localizada en el Archivo Parroquial de Conil de la Frontera. Agradecimiento: Yelman F. Bustamante Solórzano, párroco de Santa Catalina.
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