viernes, 11 de octubre de 2024

LAS ALMADRABAS DE TIRO Y BUCHE EN LAS COSTAS DEL DUQUE: un modelo de organización, Liliane M.ª Dahlmann y Eugenio Chicano; 13/24 (2022).

Nota: Todo el texto escrito en letra cursiva, itálica o bastardilla, se corresponde a la transcripción original del artículo. Las imágenes de ambientación que han sido seleccionadas por el transcriptor, estarán indicadas como tales, así como su fuente y autoría siempre que éstas hayan sido posible conocer. 

[VIENE del 4 octubre 2024]

Continuación de: Anexo I. EL TRATADO DE ALMADRABA Y SU TRANSCRIPCIÓN.

Sigue este armamento de tiro la precisa/ obligación de mantener un ARMADOR MAYOR que/ le gobierne, en el que debe concurrir todas las circuns/ tancias de perito en su «Arte redero» y discursivo para/ la manipulación de todo cuanto encierra en sí la pes/ quería de una Almadraba, por estar sujeto a este/ individuo ella [?] cierto de ella, PONIENDO LAS ARTES// (v) al temple que se necesitan para no malograr el buen suceso que Dios enviare. Éste manda a toda gente/ de mar que está a su cuidado la dirección de calar las/ cintas que matan los atunes, y todo lo demás que/ es necesario para lograrlos, y también manda a otros cua/ tro «armadores rederos y alistadores» de ella, los cua/ les les ayudan a cuanto ocurre dentro de la temporada/ y antes de emplazarla para dejar perfecto el arma/ mento. Hoy se haya este empleo en CONIL en JUAN DE/ MOLINA, muy capaz en su facultad de marítimo redero/ y pescador bueno y de toda inteligencia, y en ANTONIO/ JIMÉNEZ, vecino de Vejer, el de Zahara que, aunque más/ apagado, no ignora nada de lo que toca a su obligación.

Este armamento de tiro encierra en sí otros/ infinitos GREMIOS de gentes que hacen un nú/ mero subido de plazas, porque siempre en lo pasado/ han compuesto el de SEISCIENTAS, las que desde el/ año de 1715 se han ceñido minorándolas a las que han/ parecido convenientes, por lo que no cesan en CONIL/ los clamores de no tienen gente, se fueron los/ atunes, sin considerar que están en su centro, que tie/ nen colas, y que con distinto procuran su huida. En//(r) estos gremios se comprenden, el de REMEROS DE/ TIERRA, que sólo se ocupan en ESTIBAR las barcas con/ la CALA DE ESPARTO, recoger las medias de la playa y a/ picarlas a la popa, para tenerlas más cerca. Este se/ compone de OCHO, o DIEZ hombres, incluso en ellos un/ ARRÁEZ. Hay otro que llaman «CAVESERAS», con el mismo/ número de gente, que éstos se ocupan en meter/ las REDES DE CÁÑAMO, que se llaman «ZINTAS», en los/ barcos, calarlos en el mar y solicitar levantar/ las a la orilla [del], sosteniendo el corcho para/ que los atunes no encuentren salida por la «re/ ventazón» de la ola. 

[Fotografía no incluida en el artículo original] Almadraba de la torre de Hércules, Cádiz (Hoefnagel, 1575). Fuente: “europasur punto es”, 3 mayo 2021. 

Hay otro que llaman «BREVIO/ NES» que componen DOCE, o CATORCE muchachos, gober/ nados por un HOMBRE ANCIANO, oficial antiguo. És/ tos se ocupan en estar siempre en la playa, cuidando/ y velando si la torre manda lo que llaman «BAREAR»/ para «attezar» el CABO DE LA CALA que ha dejado en/ tierra la BARCA DEL SEDAL, y además cuidan de to/ marle siempre que sale al mar, y hacen otros man/ dados en días de faenas, correspondientes a su/ poco poder. Hay otro que llaman «BENTUREROS», gente/ de «CAVO Y CUERDA», que este es de mayor número,// (v) porque debiera ser a lo menos de TRESCIENTOS. Es gente/ PÍCARA, y la más indigna que se puede imaginar;/ y se agrega a este gremio la que sirve para cuantas fae/ nas se necesitan en tierra: tirar de las redes, car/ garlas, tenderlas, transportar «PANDAZONES» a la playa,/ parales y otras muchas cosas, dentro y fuera de la/ chanca, arrastrando atunes para salarlos, retiran/ do las cabezas, y traer sal del salero. Hay otro gre/ mio que llaman CARGADORES, que le componen de DOCE, o CATORCE hombres, de toda robustez, gobernados por un ARRÁEZ,/ que éstos cargan los atunes entre dos en las CARRETAS/ y los arrumban y entran en la ENRAMADA que está/ en la Chanca. Hay otro gremio que llaman SALADORES,/ que este le compone OCHO hombres con un ARRÁEZ/, y su ejercicio se reduce a salar atunes, sin mez/ clarse en otra ocupación. Suelen ser ligeros de ma/ nos, y es necesario mirarles a ellas para que no lo eje/ cuten. Hay otro gremio que llaman CUCHILLOS y CUCHI/ LLAS, que este se compone de NUEVE, o DIEZ hombres gobernados/ por su ARRÁEZ. Los primeros, que son las CUCHILLAS, dividen/ los atunes en CUATRO CUARTOS, separando la espina con/ prontitud y pocos golpes, y, los segundos, resalándolos con/ sus cuchillos, dejándolos en positura de que la sal/ los penetre, por ser carnosos, obviando el daño. Hay// (r) otro gremio, de mano pesada, que se nombra «PA/ RALEROS», y este se compone de OCHENTA, y no habiendo/ los competentes de CIENTO, y CIENTO DIEZ, o más, según/ se necesitan. A todos los gobiernan dos ARRAECES/ es muy buena gente, pero MUY BELICOSA, por ser la más com/ puesta de hombres marítimos, criados en las playas/ y pesquerías. Es necesario tratarlos con toda MAÑA y a/ utilidad, para tenerlos sujetos y gustosos. Éstos acu/ den a cuantas faenas se ofrecen, porque se cogen para/ todo trabajo (lo que antes no lo hacían), y principalmente tienen/ la obligación de «BOTAR Y BARAR» las barcas en to/ das horas y circunstancias. Estando en todo a las or/ denes del «BEEDOR DE MAR», quien los tiene debajo/ de su mano, y si le sienten blando, y no de entereza, ha/ cen con ellos lo que los hijos pequeños ejecutan con/ sus padres por tolerarles sus gracias, y así, este ejer/ cicio es para HOMBRE DE BIGOTE, para hablarles bien y con toda/ cortesía, y mandarlos con toda potestad, sin permitirles/ estrecheces que ahora veo practicadas. 

[Fotografía no incluida en el artículo original] Zona industrial de Baelo Claudia, con las piletas para las salazones. Fuente: “europasur punto es”, 3 mayo 2021. 

Hay otro gremio que llaman «PROELES», que perte/ nece al mar, que le componen CUATRO, éstos por su/ alternativa se embarcan en la SEGUNDA, velan en el mar,/ gobiernan las Palancas a proa para asegurar las barcas,// (v) observan las señales de la torre, para prevenirlo al/ ARRÁEZ, y sirven de timoneles a las cintas, al tiem/ po de cercar los atunes con ella. Son oficiales que/ deben saber, porque de éstos se crían los ALMOCADENES,/ que son los arráeces de las dichas barcas. Hay dos pan/ dillas, que éstos deben ser ventajosos nadadores, que/ dan la PANDA en tierra de las barcas de cinta, y se/ gunda cuando salen al mar en días que se necesitan./ Es de gran trabajo y riesgo este ejercicio. Hay dos guar/ da barcas, que están siempre de noche y de día en el/ mar, guardando las redes y pertrechos, y mientras velan/ uno duerme, el otro (…..). Hay un pandero que no hace otro/ ejercicio que «abujercar» corchas para pandazón, «arri/ zanarlas» y cuidarlas, recogiendo las que el mar arroja a la/ orilla, y se quitan de las redes, ya por falta de arrizan,/ como por haberse rompido el agujero. Hay finalmente/ un TAMBOR y PREGONERO, que su ejercicio manifiesta su/ ocupación, por lo que no se explica.

No me parece me queda qué decir en materia/ del número de plazas que componen el referido armamento/ de tiro, y sólo concluiré manifestando haber habido un/ AGUACIL MAYOR de Chanca para lo que puede pertenecer a la/ Jurisdicción Ordinaria, que ejerce el capitán, con lo cual/ continuaré diciendo todo lo demás que compete a este/ armamento para que llegue a noticia de Vuestra Excelencia.// (r)

Este armamento de tiro se compone de mu/ chas y distintas redes y pertrechos, todos menesterosos/ para matar los atunes, y mediante su prontitud de/ sacarlos a la orilla, y cargar su pasaje en la fuerza de el./ Repitiéndose uno y muchos golpes, es preciso tener dupli/ cadas las expresadas redes, barcos suficientes y pre/ cisos, pertrechados con todo lo necesario para que estén/ «exquifadas», nombre propio que los marítimos nombran para/ entenderlo. Llegando a esto el que la gente a de ser/ la precisa y conveniente para lograr con ella la consecu/ ción del fin que se dirige el armamento para no/ malograrle y dejar pasar lo que Dios envía. Día que/ los puso a la vista, que quizás no se verá otro, y en fin/ deberá establecerse con todo aquello que pareciere/ conveniente para matarlos, y estando en esta forma/ se puede esperar el mejor logro en esta pesquería. 

[Fotografía no incluida en el artículo original] Alboroto de los atunes al verse presos en las redes. Almadraba Zahara de los Atunes. Detalle foto de Gadira, en atuneate_com. 

Los antiguos prácticos en el arte de esta pesque/ría, han prevenido para las temporadas de almadra/ ba que se han establecido en los parajes de su destino/ señalados por la Excma. Casa y sus Excmos. Dueños, poseedores,/ las redes de CÁÑAMO que llaman CINTAS, compuestas de/ las tres partes que ya se han referido, siendo su mayor número/ el de SIETE, que teniéndolas completas le han dado el/ nombre de «Almadraba Real»; CINCO SEDALES DE BARCA/ que son redes de ESPARTO de un torcido primo, com// (v) puesto cada uno de las piernas que se han expresado,/ con el largo conveniente, CUATRO SEDALES DE DOLICHE/ de misma «positura», aunque con alguna diferencia/ CINCO BARCAS para las expresadas cintas, de veintitrés/ codos cada una; TRES DE SEGUNDA de a veinte; DOS para/ boliche de a dieciocho, CINCO PARA CALONES de a trece,/ hasta CATORCE. TRES «esquifazones» de remos de barca,/ que estos sirven a las de cinta y segundas, ponién/ dolos para «bogar pareles». Componen cada esquifazón/ el número de ONCE remos. Dos esquifazones para barcos/ de boliches, que se componen de siete cada una, veinte/ remos para los cinco calones, a cuatro cada uno. Si estos/ son de su Excelencia, porque si son alquilados, deberán traerlos,/ y, sin embargo, se deberán prevenir otros para reemplazar/ los que se rompieren. Una SIGA DE MAR a doscientos/ cincuenta brazas de argo, cabo de cáñamo de/ dos pulgadas de grueso, una SIRGA DE PROELES de cáñamo/ de treinta brazas de largo, con el mismo grueso; seis, o/ ocho PALANCAS DE BARCA, y tres, o cuatro de boliche, con el/ largo y grueso de madera competente, puestos en ella/ sus «recattones» de hierro fuerte, para que se «asgan» en la/ arena; trescientas sogas de esparto, que llaman/ medias de a veintiún ¿hilo? cada uno, y de otras tantas/ brasas de largo, una más o menos. Cien PARALES// (r) de «bottar» y «barar» los barcos, que éstos son de ma/ dera ligera, que llaman de «Aliso», de tres varas y/ media de largo y el grueso necesario. CUBETAS y «Ber/ ttedores», competentes para achicar agua en el mar/ en caso que la hagan las embarcaciones; TRALLAZÓN/ que son sogas de esparto delgadas para/ alistar los sedales y «ESTROBOS» para los remos. CORCHAS/ abundantes para pandazón de las redes; «avizanes»/ de esparto para ellas, que cada millar cuesta tres pesos/ «exs». TINAS para tener agua en la playa, BOTAS de/ madera para recoger las harinas, PESOS y PESAS, compuestas/ para pesarlas y para el atún; PALAS para las pilas y/ para el salero; media «fanega y quartilla» para él; una/ «caja de guerra», FAROLES para los parajes que se necesitan,/ SEBO derretido para botar y varar las barcas; hilado/ de cáñamo para la remienda. «Ristra y tomentto», que son «tomizas» de esparto para los sedales. Y, finalmente, todo/ deberá estar pronto para que no haya falta. Gobernán/ dolo lo prudencial para que no se experimente, y me/ diante ello se haga el servicio de Vuestra Excelencia. 

Fuente: Liliane M.ª Dahlmann, Directora-Conservadora del Archivo General Fundación Casa Medina Sidonia, y, Eugenio Chicano, Obra gráfica. Cuadernos del Rebalaje, N.º 50 / Enero-marzo 2022; publicado por la asociación cultural Amigos de la Barca de Jábega, ABJ, de Málaga. 

[CONTINUARÁ el próximo 18 octubre 2024] 

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