El somatén nació en el medievo catalán (“som atents”, estamos atentos), como un cuerpo de protección civil y parapolicial, que ya en el siglo XX, extendiéndolo a toda España, tan sólo dos días después de su golpe de estado, el General Primo de Rivera lo utilizó como uno de sus pilares para afianzar el poder.
Fuente: “ABC”, del domingo 12 de septiembre de 1926.
El acto de la “bendición de bandera” que recoge la reseña de hoy, se enmarca dentro del plan para estimular el alistamiento e impulsar el apoyo social. Para ello, según González Calleja (2005), se organizaron innumerables actos cívicos, cuyo ritual era “acogida popular al representante militar del Directorio (gobernador civil o militar o delegado gubernativo), revista al somatén local, misa de campaña oficiada por el obispo o el cura párroco en la plaza principal con asistencia de las fuerzas de la guarnición en su caso, de las personalidades del pueblo y de la comarca (alcalde, secretario, concejales, maestros, médicos, etc.), e incluso se organizaciones juveniles como los Exploradores de España, discurso de la madrina del Somatén, del cabo del distrito y de la autoridad civil o militar concurrente, bendición de las banderas de la institución, desfile del Somatén (se cuidaba de evitar una excesiva identificación con los usos castrenses, desaconsejando la ejecución de ritmo alguno de paso a la sujeción uniforme del arma larga, y prohibiendo el empleo de bandas de cornetas y tambores), y banquete cívico en el Ayuntamiento, en un salón público o en el domicilio de un vecino destacado, frecuentemente un familiar cercano de la madrina”.
En cuanto a la elección de las madrinas, González Calleja remata: “No deja de resultar significativo el importante número de damas de la buena sociedad y de la nobleza que oficiaron de madrinas. Un ejemplo elocuente de la importante función simbólica que el dictador tendía a dar a las mujeres como inculcadoras del patriotismo en el ámbito doméstico. Pero también una muestra palmaria del machismo subyacente que se contradecía con la exaltación de las virtudes tradicionales de la mujer”.
Fotografía de un acto de bendición de bandera en Ávila, para hacernos una idea del escenario.
General Primo de Rivera. Durante su dictadura (1923-1930) extendió el Somatén a toda España.
(Bundesarchiv, Bild 102-09414/CC-BY-SA 3.0 Wikipedia, la enciclopedia libre).
REAL DECRETO de 17 de septiembre de 1923, por el que se instituye el Somatén en todas las provincias españolas y plazas de soberanía.
Gaceta de Madrid n.º 261, pág. 1130, del 18 de septiembre de 1923.
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