RELIGIÓN
Hay una Iglesia Parroquial con un Cura, un Teniente y diez Sacerdotes, cuatro Beneficiados y seis Patrimonistas, un Sacristán, tres Monaguillos y tres sirvientes.
En la Parroquial hay un excelente lienzo antiguo que representa la Huida de Egipto. En la Capilla de Jesús es bueno el lienzo de la Virgen de Guadalupe y los chicos que acompañan y representan los milagros de esta Señora.
Cuadro sobre lienzo, obra del padre de Valdés Leal, se presume, de la Huida a Egipto. “Patrimonio Cultural de Conil de la Frontera”, vol. II, Antonio Santos García y Francisco González Ureba, p. 91, 2007.
Retablo de madera de la Virgen de Guadalupe. “Patrimonio Cultural de Conil de la Frontera”, vol. II, Antonio Santos García y Francisco González Ureba, p. 94, 2007.
Tiene tres Ermitas sin Ermitaños.
Un Convento de Mínimos con siete Sacerdotes y dos legos. Hay dos demandantes.
No hay Noble ninguno.
Hay tres dependientes de la Inquisición, el uno Sacerdote.
Hay dos empleados por el Rey con destino a la recaudación y Administración de Reales Rentas. Hay un Abogado, dos Escribanos y dos Alguaciles. Hay un Médico y un Boticario, aquel con seis reales diarios y un real que le da el enfermo por cada visita; les hace mucha falta un Cirujano.
Hay tres cortos vínculos poseídos por otras tantas personas.
El Predicador de este año es famosísimo en toda la comarca, tiene muchísima gracia; le oí decir en un Sermón que: <muchas veces obligamos a Dios a hacer milagros que pudieran excusarse>, y era que Dios se ve precisado a librar milagrosamente al hombre de una aflicción con que le regaló también milagrosamente cualquiera que ella sea, porque el paciente no ha sabido agradecerla y corregirse con ella.
Concluida la Cuaresma, convida el Cuaresmero a todos los que puedan dar a un refresco y se despide de ellos al mismo tiempo; concluido el refresco, que suele valer una onza, desfilan los convidados para enfilarse por los claustros, en donde les espera un Fraile con una bandeja y les pide limosna para el Padre Predicador. Al día siguiente sale la comitiva con el Padre y se reparten por compañías los barrios del lugar, piden en todas las casas dinero y huevos y se reúnen luego en el Convento. Aquí se cuenta el dinero, se venden los huevos y se entregan al Padre dos mil reales, poco más o menos en oro o como le acomoda más; de esta cantidad reserva el Padre una onza para regalar al Padre Provincial, que es el que reparte los Pueblos a sus Frailes.
La Virgen de las Virtudes es el simulacro que se venera en el Convento y atrae la devoción de los naturales y comarcanos.
Virgen de las Virtudes. Fuente: Juan José Poblador, “CONIL DE LA FRONTERA: boceto para una historia”, p. 42.
Fuente: “VIAJE A ANDALUCÍA, historia natural del Reino de Granada (1804-1809)”, Simón de Rojas Clemente Rubio. Edición, transcripción, estudio e índices de Antonio Gil Albarracín, otros trabajos de Horacio Capel Sáez y M.ª Pilar de San Pío Aladrén. Almería-Barcelona 2002.
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