Se trae con este tema una publicación editada en inglés, por George McClelland Foster, en 1960, Universidad de California, que estuvo por aquí en 1949; colgando las referencias sobre Conil y su transcripción literal en español, contando con la ayuda del “translate google english spanish”.
Portada, y contraportada, de la publicación referenciada en la entrada de hoy. Fuente: “archive punto org”.
<< “Las redes de pesca generalmente se conocen como artes. Se incluyen las redes de cerco de bolsillo o de manga (jábega, boliche, chinchorro), las redes de arrastre (agujera, galeón), las redes de cerco (cerco de jareta, traiña), simples redes de arrastre con puertas tradicionalmente tiradas por veleros (bou, vaca, pareja), las redes de enmalle (como cazonal fondeado y la corredera a la deriva, también llamada bonitera), y trampas, de las cuales la más espectacular es la almadraba de atún.
Imagen de George McClelland Foster. Fuente: National Academy of Sciences.
En la mayoría de las costas españolas se encuentra algún tipo de red de cerco extendida desde pequeñas embarcaciones y arrastrada por hombres en la playa. En la mayoría de las veces éstos se llaman jábegas; el boliche y el chinchorro, que son palabras comunes en Hispanoamérica, son similares pero más pequeños. Sin embargo, la terminología se superpone y el boliche de un puerto puede convertirse en la jábega del siguiente y el chinchorro de otro más. Los tres constan de tres secciones principales con dos alas largas (bandas y alares) y un bolsillo (copo) en el centro en el que quedan atrapados los peces. Tanto el bolsillo como las alas se componen de varias secciones con nombres diferentes, que difieren principalmente en el tamaño de la malla y el peso de la linea utilizada en la red. Los nombres de las secciones varían considerablemente de un puerto a otro y de los periodos históricos al presente. La figura 2 muestra la jábega de CONIL DE LA FRONTERA (Cádiz), un antiguo puerto y pueblo de pescadores a medio camino entre Gibraltar y la ciudad de Cádiz, esbozado en noviembre de 1949 (notas de campo del autor). Esta red está equipada con cuerdas pesadas que corren a lo largo de los dos bordes de cada ala. La superior, a la que se adhieren flotadores de corcho, es la tralla de corcho, y la inferior, para plomos, la tralla de plomo. Estas cuerdas se sujetan a esparcidores de madera (calones) en los extremos de las alas, a las que se sujetan los cables de arrastre. Un flotador de corcho (calimote) se sujeta con una cuerda corta al extremo cerrado del bolsillo, para que los pescadores puedan saber exactamente dónde se encuentra el copo en el agua.
Figura 2 mencionada en el texto.
La atarraya - generalmente abreviada como tarraya por los pescadores – está muy extendida en España. Se trata de una red cónico-circular de unos 1,6 metros de altura con un radio máximo de unos 10 metros. Es lanzada en un amplio arco por un solo pescador que se para en una roca, en la playa o en las aguas poco profundas de un río o ensenada del océano. El borde inferior de la red está lastrado con plomos para que cuando se lanza la red se cierre rápidamente en la parte inferior. Al tirar de cuerdas sujetas al borde inferior y pasar a través de un anillo de hierro en el vértice del cono, el pescador produce una bolsa de la que los peces no pueden escapar.
Un pescador conileño lanzando, al atardecer, la tarraya en la orilla de la playa. Fotografía excelente de Antonio Leal, 8 octubre 2019.
Las redes de inmersión toman muchas formas. La cuchara, por ejemplo, utilizada principalmente en los ríos de Andalucía occidental, consiste en una simple red suspendidas entre dos palos cruzados de 4 ó 5 metros de largo. Una barra transversal en la popa de un bote de remos sirve como punto de apoyo sobre el cual se equilibran los postes. La red se baja suavemente al agua hasta que alcanza un ángulo agudo, donde se tira hasta que el pescador siente que ha entrado una cantidad suficiente de camarones. Luego se saca lentamente del agua, se rema hasta la orilla y el contenido se vierte en tierra firme. Aunque la forma es diferente, el nombre “cuchara” y el modo de uso son los mismos que los de las hermosas redes “mariposa” que usaban los indios tarascos en el lago de Pátzcuaro en México.
Red de cuchara en barca, en una mañana de niebra en el Guadalquivir. Fuente: “coriadelrioenfotos.weebly punto com”.
El término palangre se aplica a una variedad de tipos de línea, que tienen en común una línea larga y fuerte conocida como la “madre”, a la que se amarran a intervalos unas líneas más cortas y ligeras con anzuelos en sus extremos. Los palangres examinados en CONIL DE LA FRONTERA (Cádiz) constaban de 75 pequeños anzuelos, cada uno sujeto por un hilo de 80 cm. de largo a la “madre” a intervalos de 3 brazas (2,3 m.). La “madre” mide pues unos 180 metros de largo. Esta línea, cuando se almacena, se enrolla en una canasta con los anzuelos colocados cuidadosamente en el borde para evitar que se enreden. El contenido de cinco a siete canastas puede juntarse para formar una sola línea larga. Con cada cesto va un pandero, un flotador de corcho, para marcar las uniones con el siguiente tramo.
Pesca al palangre. Fuente: “espesca punto com”.
El espinel suele ser un palangre simplificado y más pequeño, colocado desde botes más pequeños o incluso lanzado desde la orilla. En CONIL consta de una sola cesta de sedal con 75 anzuelos, más pequeños y ligeros que los del palangre. El pescador camina por el agua durante la marea baja, coloca su línea y espera a que suba y baje la marea antes de recuperarla." >>
Fuente: “Culture and conquest: America´s Spanish Heritage” [“Cultura y conquista: la herencia española de América”], pp. 78-79-81, George M. Foster, 1960. Wenner-Gren Foundation for Anthropological Research, Incorporated. New York.
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