En el pueblo de Conil se seguían recibiendo las inquietantes noticias procedentes de la capital, puesto que de una manera u otra, al parecer había cierto contacto gracias a los carreteros que continuaban con su ancestral labor de suministrar los necesarios víveres procedentes de estos campos. El Ayuntamiento se reúne en Cabildo extraordinario nada más pasados cuatro días del anterior, donde se vuelve a incidir en las medidas sanitarias ya aprobadas anteriormente, puesto que en Cádiz no disminuye la propagación del mal, todo lo contrario, aumentando con más rigor y alcanzando la vecina Isla de León. Se organizan patrullas de vecinos para el control de entrada a la Villa, llevando al personal sospechoso al Espíritu Santo, para su observación por facultativo, y en caso de ser positivo, desplazarlo al lazareto en la torre del Atalaya. Se decide tomar medidas concretas en cuanto a concurrencia de personas con motivo de las cercanas fiestas en honor de la patrona, Nuestra Señora de las Virtudes. También se decide realizar los enterramientos de los infestados en una “capilla ruinosa … extramuros de la Villa”(*), dejándolo de hacer en el interior de las iglesias o sus proximidades. Por último, se invoca, mediante una solemne función, el amparo de las Virtudes, a celebrar durante uno de los clásicos días festivos.
[Ambientación] Grabado de la Virgen de las Virtudes, fechado en 1796. Fuente: ”todocoleccion.net”.
Transcripción libre del Acta del Cabildo celebrado el 31 de agosto de 1800:
«”En la Villa de Conil de la Frontera, en treinta y uno de agosto de mil ochocientos,: Estando el Concejo, Justicia y Regimiento de ella, junto y congregado en la forma acostumbrada a efecto de celebrar Cabildo a haber los Señores D. Lucas Lozano y Millán, Abogado de los Reales Concejos, Corregidor y Capitán a Guerra de la misma, D. Francisco de Paula Sánchez, Comisario de Marina, D. Francisco Pérez Junquera, D. Juan Andrés Sánchez Durán, y, D. Manuel Ramírez, Regidores; D. Amador Bermúdez y D. Pedro Trujillo, Diputados del Común, y D. Antonio Borrego, Síndico Procurador General; por ante mí el Escribano se hizo el acuerdo del tenor siguiente:
En esta Junta se leyó una orden del Comandante General del Ejército de este distrito para que se activen las diligencias en orden al resguardo de la Salud Pública, por cuanto tiene noticia aún permanece en Cádiz las mismas enfermedades, con más rigor, y aún en mayores resultas; y así mismo previene que se dé cuenta de las providencias que se tomen y de las averiguaciones que se adquieran en orden al estado de Cádiz, y en su vista y teniendo también en consideración que las noticias últimamente recibidas de Cádiz confirman la situación funesta de aquella Capital en que no hay actualmente disminución alguna a que se agrega que por voz pública se dice haber principiado a reinar en la Real Isla de León los mismos estragos. Acordaron, de conformidad además de las precauciones tomadas en el acuerdo anterior, que se formen PATRULLAS en los boquetes de entrada de esta población, compuesta por lo menos de dos soldados y de dos paisanos, siendo uno de estos de los actuales o habituales Capitulares, para que estorben la entrada de los forasteros enfermos y aún de los vecinos que pudieran serlos de una de las dos poblaciones, tomando dictamen del Médico Titular, o cirujano del Regimiento de Carabineros de María Luisa, a cuyo efecto se harán traer por las patrullas los expresados transeúntes al sitio de la ATALAYA o ESPÍRITU SANTO, donde puedan reconocerlos los facultativos, y en caso de encontrarse algún forastero enfermo se le hará retroceder, y si fuere vecino, ponerlo en LAZARETO, por ahora en la torre del Atalaya: pasando oficio al Caballero Comandante de Armas, para lo que hace a la concurrencia de los soldados, y cirujano, y haciéndose listado, para lo que hace a … de los Capitulares actuales y Capitulares que actuarán de día y noche en las patrullas y nombrarán vecinos honrados que les acompañen, cuya lista harán los Caballeros Diputados de Sanidad, y se tratará de poner en ejecución este acuerdo a la mayor brevedad todo lo que se anunciará al vecindario por edictos y pregones; y en los mismos se advertirá que por la FESTIVIDAD PRÓXIMA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS VIRTUDES, no se ha de admitir concurrencia de gentes forasteras, ni ventas de licores, buñuelos, ni las demás especies que se acostumbraban vender en otros años, pues estando, como estamos en rogativas, sería muy extraño admitir concurrencias que atraen muchos desordenes. =
Fumigaciones realizadas en Leganés contra la enfermedad en las dependencias de las tropas españolas retornadas de Cuba (siglo XIX). De Daniel Urrabieta Vierge / Vicente Urrabieta / Samuel Urrabieta. Fuente: “jerezsinfronteras.es”, <Jerez contra la fiebre amarilla>.
También acordaron los presentes y a petición del médico titular, que mediante a que en esta Villa ha empezado a morir los enfermos de las tercianas que se padecen y que el enterramiento de cadáveres en las iglesias públicas, pueden ser motivos a la salud pública que se hagan en todos los que vayan ocurriendo, sin distinción de personas, en la CAPILLA RUINOSA DEL SEÑOR SAN SEBASTIÁN QUE ESTÁ EXTRAMUROS DE ESTA VILLA, para lo que se da comisión por esta Ayuntamiento a los vecinos Capitulares D. Francisco Pérez Junquera y D. Antonio Borrego, para que hagan levantar y TAPAR LOS BOQUETES que tiene abierto y poner unas puertas con llaves para evitar el destrozo de los cadáveres por animales irracionales, lo que se prevendrá a los Señores Vicarios y Curas por oficio.
También este Ayuntamiento, invocando desde ahora el latrocinio y amparo de la Reina de los Ángeles, María Santísima, con el título de las Virtudes, que se venera en el Convento de los Mínimos de esta Villa, cuya efigie tuvo siempre de la mayor devoción a todo el vecindario, desde luego acuerda que se le haga una función solemne de rogativa, el día martes segundo de septiembre a que se convidará al Reverendo Clero, y por la tarde para una procesión ...”»
Reproducción de la primera página del Acta transcrita. Fuente: Archivo Histórico Municipal de Conil de la Frontera.
NOTA DEL TRANSCRIPTOR: (*) Cabe la posibilidad, siendo una hipótesis, que aquella “capilla ruinosa” no fuera otra sino la existente en la finca “El Santo”, hoy desaparecida, que antes había acogido a la imagen de San Sebastián, y posteriormente, después de pasadas las epidemias de fiebre, fuera utilizada como almacén. Esta finca perteneció a un vieja familia del pueblo, “los Palominos”, y en tiempos antiguos llevaban en procesión al Santo hasta la parroquia, y alrededores de la capilla, acompañado por los feligreses, durante el 20 de enero, que se hacía fiesta.
*** Fuente: Archivo Histórico Municipal de Conil de la Frontera. Cabildo del 31 de agosto de 1800. Libro Capitular 53-2, p. digitalizadas 47-51. Agradecimiento: Isabel González Ramírez. Para la transcripción libre realizada, Rafael Coca López, ha contado con la inestimable ayuda de las notas de Antonio Martínez Cordero, cuyas fichas están depositadas en el Archivo Parroquial Santa Catalina; gentileza de Yelman F. Bustamante Solórzano, párroco de Conil de la Frontera.
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