He aquí una carta dirigida expresamente a los redactores del periódico “Eco del Comercio”, caracterizado por su preocupación en el tema de las almadrabas, identificándose el autor como Antonio Ortuño, del que tenemos referencias de que era el apoderado de D. Antonio Amat y demás empresarios de las Almadrabas de Buche, de CONIL y Zahara, y va directamente a desmontar todos los argumentos del diputado Olegario de los Cuetos, defensor de las de Tiro, expresados en sus intervenciones de la comisión del Congreso que debate sobre este particular.
El hecho que se presenta está enmarcado en el conflicto pesquero Tiro-Buche (1833-1847), que el historiador Antonio Santos García describe “… La ofensiva de los empresarios del buche continuó, a pesar de sus derrotas. Entre 1837 y 1842 se sucedieron diversas iniciativas conducentes a influir sobre el Gobierno en la cuestión. Se vuelve a pedir el fin de la prohibición y se exigen indemnizaciones por los daños y perjuicios causados.” [“Conil y las Almadrabas en el siglo XIX, Bicentenario de la Compañía Almadrabera de Conil, 1815-1817”, Ayuntamiento, 2015].
Fuente: “Eco del Comercio”, núm. 2940, del miércoles 18 de mayo de 1842.
NOTA: Dada la extensión de esta comunicación, se plantea dividirla en tres entradas, acompañadas cada una de ellas de su transcripción literal, para así facilitar su lectura y comprensión.
TRANSCRIPCIÓN LITERAL:
Para destruir tal error y tal inexactitud, se han traido al espediente los nueve atestados de otros tantos gremios y capitanes de puertos, en cuyos parajes hay Almadrabas de buche, y de quienes se queja tan infundadamente el señor Cuetos, añadiendo no se atreverán á presentársele, y asi es verdad, y que creemos se reirán de la amenaza porque su señoria va á Cadiz, punto muy distante de los en que se hallan los que suscriben en dichos atestados, y son el de Ceuta, Almería, Aguilas, Mazarron, Cartagena, Alicante, Villajoyosa, Benidoren y Calpe, únicos puntos de nuestra costa del Mediterráneo, en donde hay almadrabas de buche; cuyos gremios se circunscriben á certificar de sus respectivos parajes, como desea su antagonista, y hacemos esta declaración para que deponga su ira contra ellos, emanada de no haber querido su señoria examinar dichos atestados, en donde en nada lo han agraviado ni ofendido.
Según otra doctrina del señor Cuetos no debe continuar la almadraba de buche, que hace más de treinta años se sala [sic, cala] en la misma embocadura del puerto de Cartagena, porque afirma su señoria que al que tal creyese se le díria que el puerto es para los buques, y no para la pesca; pero como ni alli, ni en ningun otro parage se forman esas restingas, que tanto atormenta el celo de su señoría, nos parece que seria injusto perjudicar á la industria pesquera, por pura deferencia á la opinion, ó capricho de este señor diputado. Lo mismo sucede y diremos de otras almadrabas de buche que se calan en nuestra costa de poniente en el océano, como son la de la Tuta, punta sobria [sic, Punta Umbría] y demas, contra las que ningun ayuntamiento ni otra corporacion, ni persona ha reclamado jamas, lo cual justifica la falta de fundamentos del de CONIL, y algunos vecinos de Veger, que despues de tantos años lo hacen, buscando en su apoyo la supuesta ruina de un vecindario que ha existido tan larga serie sufriendo en silencio, por no haber tenido unos representantes tan celosos, y á quienes como el señor Cuetos no le mueve el interés particular, (sin embargo de que algunos puede que sean accionistas de las almadrabas de tiro) de apetecer el privilegio esclusivo á que en último análisis se aspira, y sí solo el bien general de aquellos naturales.
Vista en perspectiva de una almadraba de monteleva. Realizada por Luis Bellón (Álvaro de Miranda, 1925). Fuente: culturandalucia punto com, “Las Almadrabas de Almería”, Rogelio Abad Cerdán, febrero 2003.
Y ya desea saber el señor Cuetos, si las almadrabas de buche de CONIL y Zahara han pescado alguna vez cinco mil atunes, le diremos que ha habido muchas que se han pescado en cada temporada mas de diez mil atunes, y en los últimos años á pesar de su escasez periódica de estos pescados, se han cogido mas de cinco mil, al paso que todas las de tiro reunidas no han llegado á la mitad, sin que les pueda servir de disculpa la almadraba de la punta de San Fernando, por hallarse esta prohibida ya en aquel entonces.
La misma confesión que hace el señor Cuetos acerca de que la pesca de atun es debil á los espadartes, prueba lo contrario que su señoria deduce sobre su pase á la costa africana; porque siendo cierto que estos enemigos cruzan delante de las almadrabas, los atunes que huyen de dichas pesqueras siguen su derrota por la misma costa y no atraviesan por entre los espadartes, para no ser presa de ellos; lo cual no ignoraria el señor Cuetos si en lugar de haber consultado el diccionario de Remar, hubiera practicado lo necesario en esta clase de industria, para discurrir con fundamento y no esponerse á equivocaciones tan notorias como le ha sucedido por no haber examinado su señoria las certificaciones de esos gremios de pescadores, que tanto le repugnan por mas verdaderas que en sí sean.
En prueba de la exageracion con que el señor Cuetos se ha dejado sugerir acerca del número de personas que concurren á las almadrabas de tiro, solo llamaremos la atencion con la siguiente observacion sacada de su propio aserto. Dice su señoria que en una almadraba de tiro, no cita cuál, vió el año de 1840 que tocó á cada individuo cien duros, y siendo, según su señoría, el número de 350 los que concurren en cada una de las tres, únicas en España y en toda Europa, y suponiendo al propio tiempo que vendieron á diez duros cada atun, debió cogerse en la almadraba á que alude su señoria el número de siete mil atunes, porque si al comun de concurrentes tocaron cien duros á cada individuo y la empresa tiró, como debia, de la mitad del total, claro está, que fueron siete mil los atunes que pescó; gradue su señoria ahora, que todas las almadrabas de tiro, reunidas cuando mas han cogido desde el año de 20 acá han sido tres mil quinientos atunes como sucedió el año próximo pasado, y se convencerá del error de cálculo en que ha incurrido, respecto á que si es cierto, que no lo es, el número de gente que se supone a cada tiro, fallará el producto de los cien duros; y si este producto fue tal, es necesario rebajar el número de personas.
Almadraba Ancón de Cabo de Gata. Realizado por Luis Bellón en 1923 (Álvaro de Miranda, 1925). Fuente: culturandalucia punto com, “Las Almadrabas de Almería”, Rogelio Abad Cerdán, febrero 2003.
De la misma inexactitud adolece el de las que coloca al servicio de las almadrabas de buche de Zahara y CONIL, puesto que cuando menos se han ocupado en cada una de estas en mar y tierra, han sido 150 individuos, y no habrá inconveniente en abonar al que lo dude el número de 100, siempre que él lo haga de lo que importe el esceso.
No es ciertamente sensible que un marino, de los profundos conocimientos del señor Cuetos, se haya metido á tratar de materias tan inconexas con su facultad, como lo es toda clase de pescas, y con especialidad la de buche, donde son precisos los peculiares a este arte, y no estrañamos menos, que ni la esperiencia de tantos años en que en aquella costa han pescado el tiro y el buche, ni la misma confesion genuina de su señoria en la comision acerca de que estando el pesquero de buche de Zahara y CONIL á sotavento del de tiro, no puede perjudicar á este, supuesto que el buche solo coje lo que al tiro se le escapa, haya convencidose de esta verdad, sucediendo todo lo contrario de lo que su señoria quiere sostener; lo cual conoce, no ya un marino, sino la persona más estraña y distante de tales operaciones. Estamos seguros que tan luego como su señoria recapacite sobre este y los demas estremos, ha de convencerse de que no son exactos los informes que le han dado en el particular.
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