Los sanitarios, incluyendo médicos, cirujanos, barberos sangradores y boticarios, tenían una situación muy precaria, a lo largo de todo el siglo XVIII, sobre todo en pueblos pequeños, como Conil, donde la miseria de los salarios ofrecidos, las dificultades para el cobro de las asignaciones y la existencia de pocos particulares acomodados, que les permitieran acrecentar sus ganancias, determinaron que la falta de facultativos fuera muy común.
Asistencia médica domiciliaria a un niño. Fuente: “garciaramosmedicosalmerienses.blogspot punto com”, 15 junio 2010.
He aquí la transcripción del acuerdo adoptado por el Cabildo Municipal de Conil, ante la falta de asistencia médica a los vecinos.
“ACTAS.- En cabildo del veinte y uno de enero de mil setecientos veinte y tres , SE ACORDÓ que respecto a la NECESIDAD que esta Villa y sus vecinos están padeciendo la FALTA DE MÉDICO que asista a los enfermos y NO PODERSE MANTENER A CAUSA DE NO TENER SALARIO POR LOS ATRASOS Y EMPEÑOS QUE TIENE LA VILLA, SE ACORDÓ SE HAGA CABILDO ABIERTO PARA EL DOMINGO VEINTICUATRO del corriente a la tarde, A TOQUE DE CAMPANA DEL CASTILLO Y SE FIJARÁN EDICTOS EN LAS PARTES ACOSTUMBRADAS, DE ARBITRAR EN LA ESPECIE DE CARNES, CARGÁNDOLE CUATRO MARAVEDÍS a cada libra, de forma que del producto de ello se le DEN CINCO REALES DIARIOS. Y estando todas las personas entendidas de ello DIJERON TODOS DE COMÚN ACUERDO Y CONFORMIDAD. Siendo MÉDICO REVALIDADO y de toda satisfacción fuese permanente; y que asista sin salir de ella en manera alguna, sino en caso de dejar en su lugar a otro médico a satisfacción de los Justicias y Regidores de esta Villa.”
Fuente: Archivo Municipal de Conil, Libro de Actas Capitulares, 24 enero 1723; transcripción libre de Antonio Martínez Cordero, localizada en el Archivo Parroquial de Conil de la Frontera. Agradecimiento: Yelman F. Bustamante Solórzano, párroco de Santa Catalina.
Contraportada del libro de Anatomía de Martín Martínez, Madrid 1764.
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