La publicación del libro “BAJO LAS COLUMNAS DE HÉRCULES”, donde su autor, el instructor nacional de buceo y buceador profesional, Alejandro Gandul Hervás, desgrana las vicisitudes de los vapores mercantes naufragados en Cádiz y Ceuta, nos va a permitir seguir informando de los siniestros marítimos ocurridos en nuestras costas y proximidades, desde 1837 a 1939, permitiéndonos y autorizándonos amablemente su transcripción. Son en total poco más cien los que el autor ha conseguido relacionar, pero que aquí se van a transcribir los más cercanos a nuestro entorno, con detalles de las características técnicas de cada nave, nacionalidad, tripulación que la componía, causas del accidente y el lugar donde reposa para siempre, o si fue reflotada, como en algunos pocos casos ocurrió. Para aquellos interesados en el tema, se recomienda la adquisición del libro ya que es de lectura fácil por su diáfana redacción, describiendo los momentos más dramáticos de cada caso, y, se puede utilizar como libro de consulta, dado su diseño por fecha, ayudado de un índice onomástico de vapores siniestrados, y otro de unidades empleadas en su salvamento. Por cierto, para la adquisición del libro hay que ponerse en contacto con la editorial AQUÍ. https://www.edicionesuroeste.com/
El «Elberfeld» atracado. Fuente: Deutsche Schiffahrtsmuseum, Bremerhaven. Colección de Alejandro Gandul.
Ficha particular:
Fecha del suceso: 21 de noviembre de 1927.
Propiedad: «Norddeutscher Lloyd», NDL Bremen. [1]
Nacionalidad: Alemania.
Astillero: J.C. Tecklenborg, Geestemünde, Bremerhaven. Alemania. 1923.
Número oficial: ---
Máquina: Propulsión: Hélice y máquina de triple expansión (29,1; 47,2; 78x54 inch/ pulgadas) 447 n.h.p. (Nominal Horsepower/Caballos de fuerzas nominales) 3200 h.p. J.C. Tecklenborg.
Desplazamiento: 6272 grt. (Gross Registered Tonnage/Tonelaje registro bruto).
Eslora-manga-puntal: 131,4m – 17,2m – 9,23m.
Casco: Acero.
Capitán: ---
Causa y destino final: Varado en la playa de Zahora. PÉRDIDA TOTAL.
Este vapor, además de su tripulación compuesta por cincuenta y nueve personas, también tenía capacidad para transportar a diecinueve pasajeros. La compañía lo destinó a prestar sus servicios, principalmente, entre los puertos de Hamburgo con Asia Oriental, y entre Bremen y Australia. Largas rutas para un vapor nuevo con muy buenas capacidades de carga.
Hay que tener en cuenta que la <NDL> fue, hasta que se fusionó en 1970 con la <Hamburg Amerika Linie>, una de las compañías navieras germanas más poderosa. En su flota no sólo figuraban grandes vapores mercantes, sino también trasatlánticos, que competían al más alto nivel con otras navieras.
El día de su pérdida, el <Elberfeld> [2] cargaba mineral y mercancía general. Había zarpado de Amberes el día 2 de noviembre [de 1927], con escalas en Bremen y Hamburgo, para Vladivostok. La prensa de la época destaca las consecuencias de un tremendo temporal, que azota a casi toda la península. Especialmente en Andalucía, y concretamente en Cádiz, hace estragos. Hay muchos daños materiales y pérdidas de vidas.
Una prueba del temporal que azotó a Andalucía. La casa cuya techumbre derrumbose en Sevilla el sábado último por la noche, a causa del horrible ciclón desencadenado en aquella ciudad. A la derecha, el desgraciado matrimonio que murió por asfixia en el derrumbamiento, y los cuatro hijos de dicho matrimonio que salvaron la vida. Fuente: <El Liberal>, año XLIX, núm. 16983, martes 22 noviembre 1927. Hemeroteca Digital, BNE.
Un ejemplo del mismo día 21 [<El Liberal>, 22 noviembre 1927]:
«”CÁDIZ 21.- En la última madrugada el temporal de mar adquirió caracteres imponentes. Entraron en arribada numerosos buques pesqueros. El trasatlántico <Antonio López>, al entrar en la bahía, embarrancó en el canal, y salió poco después sin averías. Al entrar el vapor pesquero <Casiano>, un golpe de mar arrebató de la cubierta al marinero Balbino Alonso, que desapareció entre las olas. Las olas volcaron un bote que conducía once marineros pertenecientes a la tripulacióndel buque italiano <Angeila>.
Fuente: <El Liberal>, año XLIX, núm. 16983, martes 22 noviembre 1927. Hemeroteca Digital, BNE.
«”SANLÚCAR 21.- Entró en este puerto, después de haber sufrido los horrores del temporal en alta mar, la pareja coruñesa de vapores <Duque> y <Felicidad>. Al primero un golpe de mar le arrebató dos hombres, que perecieron ahogados. Trae el palo partido, y la obra muerta destrozada. Cuentan pavorosos detalles del temporal corrido. La clase marinera ha quedado en la miseria a causa del mal tiempo.”»
Algunas líneas más abajo aparece nuestro protagonista:
«”Frente a Aceiteras se ha perdido totalmente un buque alemán de 5000 a 6000 toneladas, cuyo nombre se desconoce. La tripulación, que se refugió en tres botes, ha sido recogida por el remolcador <Raene> de Gibraltar. … El vapor embarrancado en el sitio conocido por Boqueo de Sara [sic, Roqueo de Zahara] es el <Ubejerd>, de la matrícula de Brema [Bremen]. La tripulación, como ya se ha dicho, fue recogida por un remolcador, que se cree la ha llevado a Gibraltar. En la playa se han recogido tablones, sacos de azufre, cajones y tres botes vacíos. El navío está bastante hundido de proa. Nota de la Redacción.- Por resultar punto menos que indescifrable el texto del anterior telefonema, hacemos toda clase de reservas acerca de los nombres incluidos en el mismo, habiéndonos visto obligados además a prescindir de otros varios, por resultar ininteligibles.”»
<Diario de Cádiz> recuerda tan triste efemérides en los siguientes términos:
Fuente: <Diario de Cádiz>, 22 noviembre 2016.
El diario <ABC> [martes, 22 noviembre 1927, Hemeroteca Digital] cuenta que el vapor alemán se ha perdido en La Aceitera:
«”También dicen de Conil que en bajo de Aceitera sucumbió totalmente un vapor alemán de 6000 toneladas, cuyo nombre se ignora. La tripulación se salvó en los botes. El remolcador <Rescue> llegó de Gibraltar para auxiliarle.”»
La versión que ofrece, el día 23, <La Vanguardia> de Barcelona [miércoles 23 noviembre 1927, Hemeroteca Digital] sitúa al buque naufragado muy cerca de la costa:
«”A trescientos metros de la playa Conil, naufragó un buque alemán de 6000 toneladas, siendo salvados sus tripulantes, que recogió el vapor <Rescue>, conduciéndoles a Gibraltar.”»
Finalmente, <Diario de Cádiz> sitúa al <Elberfeld> perdido en La Aceitera a 300 metros de la playa. Está claro que el temporal fue el principal causante del naufragio del <Elberfeld>. Sin embargo, no queda claro si tocó sobre La Aceitera y su capitán ordenó vararlo en la playa cercana o, sencillamente, se precipitó sobre la costa.
Impresionante vista del puerto de Hamburgo. El vapor de la derecha es el «Ehrenfels» de la Hansa. Fuente: Colección de Alejandro Gandul.
Las dimensiones del temporal tuvieron que ser espantosas. Junto al <Elberfeld> se perdió el vapor pesquero <Santa María> y ese mismo día la prensa local también informa que un vapor noruego de 2000 toneladas había varado en la desembocadura del río Barbate:
«”Se recibieron noticias de Conil que decían haber varado un buque de unas dos mil toneladas en las inmediaciones de la boca del río Barbate. … Posterior a esta noticia se recibió otra manifestando que el vapor varado se llama <Marimisk>, de nacionalidad noruega perteneciente a la matrícula de Bergen y cuyo buque viene en lastre.”» Fuente: <Diario de Cádiz>, 21 de noviembre de 1927.
La prensa del Reino Unido no arroja algún dato que pudiera determinar por qué el vapor alemán varó sobre la costa. El <Western Morning News> nos indica que fue el mismo <Elberfeld> quien emite un SOS:
«”Lloyd´s Gibraltar telegraphs that an SOS has been sent out by the steamer Elberfeld. She is stranded by Cape Trafalgar. A tug has gone to her assistence.”» [del translate Google: «”Lloyd's Gibraltar informa que el vapor Elberfeld ha enviado un SOS. Está varado en el cabo de Trafalgar. Un remolcador acudió en su ayuda.”»] Fuente: <Western Morning News>, lunes 21 noviembre 1927. Hemeroteca Digital, BNA.
Y <Western Mail> informa de que el buque está varado, abandonado por su tripulación y que, esta última, ha sido rescatada por el siempre alerta remolcador <Rescue>:
«”German steamer Elberfeld, before reported ashore, abandoned; crew taken off by the Rescue.”» [del translate Google: «”El vapor alemán Elberfeld, antes de ser varado en tierra, fue abandonado; la tripulación fue rescatada por el Rescue.”»] Fuente: <Western Mail>, martes 22 noviembre 1927. Hemeroteca Digital, BNA.
Publicidad de la «Norddeutscher Lloyd», aparecida en el «Diario de Cádiz». Biblioteca Provincial de Cádiz.
El vapor alemán se perdió definitivamente y fue imposible reflotarlo. El 23 de noviembre <Diario de Cádiz> indicq que: «” … ha comenzado el salvamento de la carga que conducía el vapor alemán <Elberfeld> hundido a consecuencia del temporal.”» Fuente: <Diario de Cádiz>, miércoles 23 noviembre 1927. Biblioteca Provincial de Cádiz.
El 3 de diciembre el periódico <El Heraldo de Madrid> cuenta cómo la casa aseguradora, envía otro vapor para recuperar la carga. Por su parte la Armada española mantiene, en las inmediaciones, a un viejo conocido de este trabajo vigilando los restos:
«”Vapor alemán que viene a auxiliar a otro. CÁDIZ 3.- Con rumbo a Conil zarpó el vapor alemán <Seefalke>, con objeto de intentar el salvamento del buque de la misma nacionalidad <Elberfeld> varado en Roqueo Zahara (sic). El cañorero <Laya> ha recibido orden de no permitir la descarga del vapor embarrancado hasta que llegue el representante de la casa aseguradora.”» Fuente: <El Heraldo de Madrid>, 3 diciembre 1927. Hemeroteca Digital, BNE.
<Heraldo de Madrid>, año XXXII, núm. 13056, sábado 3 diciembre 1927.
… El <Elberfeld> fue desmantelado, sistemáticamente, durante varias campañas para obtener su acero.
¿EL PECIO HOY?
Lo poco que queda, de las 6000 toneladas de registro bruto de este buque, está señalado en las catas náuticas. Su localización, por lo tanto, está al alcance de todos. Al estar tan cercano a la costa, la profundidad no supera los 18 metros, lo que nos da mayor tranquilidad con respecto al perfil de la inmersión. Los restos del vapor cubren una gran área que, suponemos, coincide con el plano del buque. … el desguace fue tan concienzudo, que el recorrido sobre la chatarra esparcida no muestra elementos reconocibles.
Piezas sin identificar. Foto: Alejandro Gandul.
No quedan ni calderas, ni máquina, ni el eje de transmisión de la hélice como ocurre en otros buques, que, también, fueron despiezados. Tampoco es posible distinguir las formas de la proa y la popa. Intuimos que, por su posición casi perpendicular a la playa, los restos más cercanos a ella se corresponden con la proa. En definitiva, prácticamente, no hay nada que destaque por su tamaño, o forma, sobre el resto, aunque en todo momento buceamos sobre chatarra.
Probablemente parte de un costado. A la izquierda lo que parece un cable enrollado. Foto: Alejandro Gandul.
Lo único que llama la atención, entre los despojos de chapas, hierros y algunas tuberías retorcidas, son unos cilindros y unos trozos de forma cónica, de material desconocido, que bien podría ser parte del lastre del barco.
Posiblemente, lastre del buque. Foto: Alejandro Gandul.
Quizás alguna zona, que parece estar delimitada por mamparos, muestra la forma de una de las bodegas. Sin embargo, esta hipótesis está más de acuerdo con nuestra imaginación, y las ganas de identificar algo, que con la realidad. No obstante, es emocionante poder visitar lo poco que queda, sobre todo, si conocemos la historia del buque.
Parte de las cuadernas. Foto: Alejandro Gandul.
Los sentimientos que afloran, tras bucear por lo que fue el <Elberfeld>, son algo tristes. La inmersión está rodeada de cierta desazón, cuando pensamos en aquel grandioso buque y lo que queda de él. La quietud del lugar y nuestra aparente soledad, pues nos sigue nuestro compañero y el rumor de la respiración, nos permite imaginar aquel lejano día de 1927, cuando el buque embistió sobre la costa.
Piezas
que parecen parte de sus cuadernas.
Foto: Alejandro
Gandul.
Tras el embarrancamiento el casco tuvo que quedar muy dañado. Si ya era difícil sacar el barco de su trampa, el violento oleaje de aquellos días terminaría destrozando sus fondos, haciendo imposible cualquier oportunidad para reflotar al buque. A bordo, la tripulación, decepcionada, terminaría por abandonar al <Elberfeld> para siempre.
Durante muchos años debió permanecer a la vista, y tuvo que ser una imagen triste, y a la vez cautivadora. Seguramente lugar de peregrinación, para las familias, los fines de semana, o de oportunistas tratando de hacerse con algo de valor. Hasta que, finalmente, las empresas de desguaces lo dejaron bajo el agua, y olvidado para siempre.
NOTAS: [1] Mucha información de la naviera en: https://de.wikipedia.org/wiki/Norddeutscher_Lloyd // [2] Elberfeld es una antigua ciudad alemana, que desde 1929 forma parte de Wuppertal, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, en Alemania. En la Segunda Guerra Mundial sufrió una importante destrucción. Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.
*** Fuente: “BAJO LAS COLUMNAS DE HÉRCULES: naufragios de vapores mercantes, Cádiz y Ceuta, 1837-1939”, Alejandro Gandul Hervás. Ediciones Suroeste, 2024. ISBN: 978-84-122907-8-3.
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