No había cuna, o lugar donde “dejar” a los niños expósitos, en todos los pueblos, siendo habitual en ellos recogerlos a través de un torno situado en los hospitales de misericordia. Los recogidos de Tarifa y Vejer eran enviados a Conil, sufragándose la conducción con los caudales de propios de cada población (información obtenida del trabajo de Julio Pérez Serrano, “ La Casa de Expósitos de Cádiz en la primera mitad del siglo XIX ...”). En otro lugar de ese trabajo encontramos que “ … en Conil existía una casa donde se criaban, junto con los propios, los expósitos remitidos desde Tarifa y Vejer, corriendo los gastos a cargo de la Casa de Cádiz”. Esto explica el alto número de niños acogidos en Conil durante el mes de marzo de 1830, que se eleva a 56, comparados con los de San Fernando (8) o Chiclana (10), poblaciones con mayor población. Quien tenga interés en consultar el Reglamento de la Casa de Expósitos de Cádiz, digitalizado del original (10 páginas), puede pinchar AQUÍ.
Fuente: “El Diario Mercantil de Cádiz”, del lunes, 5 de abril de 1830.
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