CRUCIFICADO DE LA SACRISTÍA
Talla barroca del s. XVIII, de autor desconocido y origen genovés, ubicada en la sacristía de la iglesia del antiguo Convento de Mínimos, actual parroquia. La imagen proviene de la antigua parroquia de Santa Catalina, de donde fue trasladada al declararse en ruina el edificio (por el arquitecto Francisco Pérez Bergalí, 1930).
Imagen del crucificado de la sacristía. Fuente: “Patrimonio Cultural …”, p. 92.
Es una escultura de madera policromada y reducidas dimensiones, enmarcada en una hornacina dorada, de formas curvas y líneas quebradas, al más puro estilo barroco. La imagen es todo dramatismo, movimiento y gesticulación. El Cristo, en su agonía, alza los ojos al cielo, sangra, sufre, mueve los brazos –que se aproximan al punto de intersección de la cruz- y su retorcido cuerpo, con buen estudio anatómico y bien proporcionado, serpentea sobre el madero, rompiendo el eje de simetría. El paño que lo cubre, agitado por el viento, contribuye a acentuar el movimiento y la tensión, que se prolonga en la misma hornacina que contiene la imagen.
Fuente: “PATRIMONIO CULTURAL DE CONIL DE LA FRONTERA”, Autor: ANTONIO SANTOS GARCÍA; Colaborador: FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA; Coordinador: ANTONIO MUÑOZ RODRÍGUEZ; Director editorial: CARLOS ROMERO VALIENTE; Edita: G.D.R. Litoral de la Janda. 2007.
NOTA.- En el “INVENTARIO DE BIENES DE LA PARROQUIA SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, VIRGEN Y MÁRTIR (Conil de la Frontera), p. 40, del 8 de septiembre de 2020, realizado por JOSÉ ANTONIO ALBA ZÁJARA “Fleki” y la colaboración de MANUEL CORTÉS TRUJILLO, figura la siguiente descripción:
Imagen del Cristo crucificado, código DSC_6996, autor José Antonio Alba Zájara “Fleki”.
“CRISTO CRUCIFICADO. TALLERES GENOVESES, ARSENAL DE LA CARRACA [*]. AUTOR DESCONOCIDO. S. XVIII. Crucificado en hornacina de madera en pan de oro. La talla es de tamaño académico, representa a Cristo en el momento de la expiración, cruz arbórea sostenida sobre un pie en forma de calvario. La imagen del Cristo cuenta con una corona de espina que no es la original de la talla. La imagen proviene de la antigua parroquia de Santa Catalina, de donde fue trasladada al declararse en ruina el edificio.”
[*] Escultores del Arsenal de la Carraca.- La imaginería isleña tardobarroca y neoclásica (s XVIII). El florecimiento generalizado que vivió la Real Isla de León durante la segunda mitad del siglo XVIII trajo también la primera «escuela escultórica» autóctona isleña. En efecto, los únicos escultores isleños, o avecindados en la Real Isla de León, de esta época cuyos nombres conocemos fueron básicamente los que trabajaban en el Arsenal de la Carraca. Se trataba de empleados de la Real Armada, que laboraban en un taller sito en el Arsenal, organizados a modo de los gremios (maestros, oficiales y aprendices) y cuyo cometido fundamental era nada más que el de tallar mascarones de proa y otras obras escultóricas para adorno de los navíos de la Armada que se construían en dicho Arsenal. Lo que ocurre es que alguno de ellos empleó sus conocimientos escultóricos en el campo artístico religioso y, aprovechando su presencia en esa floreciente Isla de León de la segunda mitad del XVIII, se les encargaron obras de imaginería religiosa. En realidad tal vez sea excesivo hablar, como se ha hecho últimamente, de una «escuela» escultórica del Arsenal, o de un «maestro» y unos «discípulos». Fuente: “hermandades-de-san-fernando punto org”; 09/07/2013.
MÁS INFORMACIÓN:
« El crucificado del que hoy hablamos se trata de una talla de pequeño formato, se cobija bajo una hornacina cuyos contornos imitan a los del crucifijo y que cuelga del muro noroeste de la sacristía, ante él, los sacerdotes, al acabar la eucaristía desean el aprovechamiento del alimento divino para la vida eterna: “prosit ¡in vitam aeternam! Amén”. Ningún documento conocido recoge nada sobre la imagen, por lo que no podemos asegurar datos tan importantes como pueden ser su autor o el recorrido histórico, salvo que procede de la antigua parroquia de Santa Catalina. La escultura, de bulto redondo, presenta las características propias de la escultura genovesa que, o bien llegaba desde Italia a Cádiz, o era realizada por italianos afincados en el entorno de la ciudad, en lugares como el Arsenal de la Carraca de San Fernando, donde muchos carpinteros de ribera llegaron atraídos por la enorme industria naval que Cádiz acogía tras arrebatarle a Sevilla el control del tráfico con las Indias.
Imagen del Crucificado fuera de la hornacina. Fuente: Facebook Huedi Coni, 14 septiembre 2020. Manuel Cortés Trujillo y José Antonio Alba Zájara,Fleki.
En este contexto barroco del siglo XVIII fue esculpido el Cristo de la Sacristía. En él vemos los rasgos típicos de los escultores italianos que volvieron, en muchos aspectos, a las formas clásicas, por ejemplo las costillas en forma de horquilla, típicas del renacimiento. El pelo fusionado en grandes masas onduladas, el brusco y violento movimiento de la cabeza, la fuga lateral del cuerpo frente a la cruz formando así una línea serpentina bien marcada. La imagen es puro movimiento y brusquedad, como no solo vemos en el expresivo rostro doloroso, en las estiradas manos y tensas piernas, también en el perizonium [paño de pureza] al que una fuerte corriente parece azotar. También la policromía es rasgo propio de “lo genovés”, donde los colores de piel anacarados se mezclan con los fuertes hematomas violáceos y los regueros de sangre. »
Fuente: “EXALTACIÓN DE LA CRUZ”. Facebook Huedi Coni, 14 septiembre 2020. Manuel Cortés Trujillo y José Antonio Alba Zájara,Fleki.
ALGUNAS FOTOGRAFÍAS DE LA ESCULTURA, ELEGIDAS DE LAS COLGADAS EN LA FECHA Y EN EL MURO DE FACEBOOK REFERENCIADOS.