De como la negativa del Clero de Conil para realizar las guardias públicas, con objeto de controlar el movimiento de personas, ante los estragos que estaba ocasionando el brote de FIEBRE AMARILLA1 en el entorno de Cádiz, origina el cruce de unos oficios o cartas entre las autoridades, recriminando la actitud de aquellos eclesiásticos, nada que ver con la humanidad cristiana.
Se reproduce, literalmente, una comunicación que el Comandante del Cordón Militar2 de Conil, Benito San Juan, envía al Cura Rector y Vicario de las Iglesias de esta villa, José Joaquín de la Torre, fechada el 21 de enero de 1801, aunque ya la incidencia había nacido a mediados del diciembre anterior.
[Ambientación] “Scène de l´épidémie de fièvre jaune à Cadix. Museo de Bellas Artes, Richmond, Virginia (USA), óleo de Theodore Géricault, Francia, 1819. Fuente: “historia-arte punto com”.
«”Con el ultimo y terminante oficio de V. [usted] fecha 18 del proximo pasado Diciembre: Di parte al Excmo. Sr. Comandante General de este Campo3, de cuanto havia ocurrido en la discursion y resistencia del Venerable Clero de esta Villa para el servicio personal en las guardias de el cuidado de la salud Publica, y con fecha de 16 del presente [enero] me comunica lo siguiente.
< El Ilmo. Cavildo de Canonigos in Sacris de la Ciudad de Cadiz (sede Episcopal vacante4) en su contestación de 8 del corriente [enero], me remite copia de la orden que el Sr. su Provisor ha pasado à este Vicario de que es igual la adjunta en cuya vista basa V.S: entender al mismo, que prestandose al servicio de las guardias de sanidad, nombre los Ministros que alternen en dicho serbicio comun, que tenga por conbenientes, no permitiendo se escusen à ello, à no ser que la causa sea mui lexitima para poner sugeto que substituya sus funciones, dandome V.S. aviso y arsi lo cumplimentaren, para mi inteligencia y conocimiento.>
En vista de esta orden, à que devo dar cumplimiento, y la Copia que à V. incluyo de la que cita, del Sr. su Provisor, en que con terminos nada equibocos, manda à V. lo que debe hacer executar à este venerable Clero: le comunico a V. para su inteligencia, que desde el presente dia, SERAN CONTADOS PARA EL DICHO SERBICIO DE LAS GUARDIAS PUBLICAS, LA CLASE DE LOS SEÑORES SACERDOTES: y para en todo seguir las ordenes de nuestros superiores, V. será (si gusta) el que nombre los indibiduos de su Jurisdicion en los dias que les tocan la dicha guardia, y mas: V. sera el que gradue las escusas y motibos que tengan los Particulares para no hacerlas personalmente y poder poner un substituto à satisfacion de la Junta de Sanidad, todo como me lo manda el Sr. Comandante General.
Reproducción fotográfica de la primera página del documento original. Rafael Coca López, 31 agosto 2021. Archivo Parroquial de Conil de la Frontera.
No tengo que repetir, en manifestar à V. los SENTIMIENTOS DE APRECIO HUNION Y RESPETO CON QUE LA JUNTA DE SANIDAD (aquí comuniqué en la sesion del dia de ayer esta superior resolucion) MIRA LA VENERABLE CLASE DE SACERDOTES, Y CON PARTICULARIDAD À SU DIGNISIMO VICARIO [se trataba de José Joaquín de la Torre], CUYO EXEMPLO ES DECHADO DE LA VERDADERA MODERACION EVANGELICA, por lo tanto, asi la Junta en General como su Presidente en particular, esperan que la conducta del Venerable Clero en esta parte, regida por tan exemplar Pastor, serà desde ya en adelante, en terminos, que puedan completamente contestar à los respectibos superiores, de quedar obedecidas exsactamente y en todas sus partes, las dichas sus ordenes; y para este efecto, espero se serbira V. contestarme el recibo de esta y su cumplimiento.
Dios guarde a V. muchos años, Conil 21 de Henero de 1801. Benito San Juan.
[Destinatario:] Sr. Don Josef Juaquin de la Torre.”»
[Ambientación] Representación de la epidemia de fiebre amarilla en Barcelona en 1821 realizada por el francés Nicolas-Eustache Maurín. Fuente: Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona (AHCB 04544); “mosquitoalert punto com”, Alex Richter-Boix, 26 abril 2021.
(1) La fiebre amarilla es una enfermedad tropical que se incubaba entre tres y siete días y que producía escalofríos, fiebre, hemorragias nasales y de encías, ictericia (de ahí su nombre), dolores de cabeza y estómago e, incluso, vómitos de sangre. Se transmitía por la picadura de un mosquito que sobrevivía en zonas portuarias cálidas (De la Figuera, 2009). En España vuelve este virus en 1800 a través del puerto de Cádiz, de gran importancia económica aún, castigando duramente la ciudad con 7387 muertes (Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, IECA, 2020). También afectaría a otras poblaciones de la provincia de Cádiz y, aún en el primer cuarto del siglo XIX, a Málaga, Córdoba y Sevilla (Hamber-Flores, 2018). Fuente: “Las Epidemias y sus medidas sanitarias durante el siglo XIX en la Baja Andalucía”, Eloísa Paula Toscano Gracia, UCA, 1 marzo 2021. Iberoamérica Social.
(2) El Cordón de Tropas era la movilización de militares, localizados en lugares estratégicos, para cortar la comunicación entre el terreno dominado por una epidemia, en este caso de FIEBRE AMARILLA, y la zona libre del mal.
(3) Este cargo estaba ocupado por el conde de la Haye Saint-Hilaire, teniente general, que residía en el Campo de San Roque, estando entonces enfrentadas, a principios de 1801, España contra Gran Bretaña y teniendo como aliada a Francia. El trono español era ocupado por Carlos IV, aunque realmente el gobierno lo llevaba su valido Manuel Godoy, conocido por el Príncipe de la Paz.
(4) Lo había sido Antonio Martínez de la Plaza (1790-1800); y no había sido nombrado aún Francisco Javier de Utrera (1801-1808). Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.
Fuente: Archivo Parroquial de Conil, Carpeta de Correspondencia; transcripción literal de Rafael Coca López, ante el documento original, localizado gracias a la información de Antonio Martínez Cordero, contenida en una de sus fichas depositadas en este Archivo. Agradecimiento: Yelman Francisco Bustamante Solórzano, párroco de Santa Catalina de Alejandría.
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