Periódicamente, al menos en esta parte sureña de España, aparece el fantasma de la falta de precipitaciones que mantengan a nivel los pantanos que se encargan del suministro, tanto a sus habitantes, como a la industria y agricultura. El año de 1995 llegó con el problema encima, ya que las medidas de restricciones tomadas meses atrás no cumplían las expectativas esperadas y, como una forma más de concienciación, en esta crónica se apuntaban los resultados prácticos de aquéllas, circundadas a los municipios gaditanos. Actualmente, y desde hace algún tiempo, con las orejas del lobo de la sequía asomando en el horizonte, se habla, al igual que en 1995, de la construcción de plantas desalinizadoras y la reparación de las conducciones. Todo sigue igual, nada ha cambiado cuando vemos que San Pedro no abre el grifo como debiera.
Cola de un pantano, 22 agosto 2022, “la pertinaz sequía”. Fuente: “archivo.revistaagricultura punto com”.
Fuente: “ABC”, del lunes, 16 de enero de 1995.
No hay comentarios:
Publicar un comentario