[CONTINUACIÓN del 22 septiembre 2024]
… sigue … «”APENDICE II. HISTORIA DE LA PROVINCIA DE ANDALUCIA DE LA COMPAÑIA DE JESUS, por el P. Juan de Santivañez, de la misma Compañia JHS y Provincia. PARTE I, LIBRO 2º.
CAPITULO XVIII. // SEÑALADA MISIÓN QUE SE COMENÇÓ ESTE AÑO DE 1557 I PROSIGIÓ EN LOS SIGUIENTES A LA ALMADRAVA Y PESQUERÍA DE LOS ATUNES.
6.- La falta de obreros no dió lugar se hiciesen estas diligencias por fuego. Murió esta excelentísima señora en la primavera de el año 1.556. Mas no en los nuestros el respeto a tanta grandeza ni el cuidado en los superiores de madurar esta empresa: a la cual se dió principio luego en el siguiente año de 1.557, en la entrada de maio, tiempo en que los atunes ya pasan a desovar y a caer en las redes. Para lo qual ya está en orden aquella desordenada república y, con las manos en las redes, aquel esquadrón, que se dize la xávega. Tendieron la suya los padres, uno y otro muy fervorosos y bien exercitados en el ministerio de tratar los próximos. Padecieron muncho entre aquella canalla no domesticada, bárbara chusma de perdidos, exenta y hecha a sus vicios sin temor ni vergüenza, casi dejada de el cuidado de los pastores. Diéronse con todo eso tan buena maña en tratarlos y atraerlos, que, en fin, con el sufrimiento los vencieron, quebrantando su orgullo, enfrenando su libertad, hasta que los domesticaron y allanaron a todo lo que por entonces pareció a los padres más necesario o conveniente para la reprobación de abusos y salud de sus almas.
[Ambientación] Grabado antiguo sobre papel, de autor desconocido, siglo XVIII. Fuente: “todocoleccion punto net”.
7.- Introdujeron como principal fundamento el uso de confesarse y de recibir el Santísimo Sacramento, quando a sus confesores paresciese, tan inviolable, que desde entonces permaneció por gran número de años, quantos la Compañía continuó esta santa ocupación, sin que hubiese entre tanta muchedumbre de gente de tan diferentes nacimientos, lengua y condiciones quien se atreviese a faltar a esto. Hacían el faltar caso de menos valer, que, aunque son de ordinario estos ombres la hez de la república, se tienen ellos por onrados, quieren ser tratados con término cortés: como el dicho (?) Elefante en Portugal, de quien escriue Laguna sobre Dióscorides, que, onrrándole, se dejaba tratar. Assí a estos, aunque viles, un cortés y onrado trato los sujeta y allana. Esta temporada de los atunes es su cuaresma. Y como a los del mar se arman redes y previenen de xávega, assí a estos de tierra (o atunes o tiburones) debe el zelo apostólico prevenir i ajustar pescadores y redes; pues a esto derechamente tiró la promesa de Cristo señor nuestro (si ia no es instrucción más que promesa): Faciam vos fieri piscatores hominum. Os haré pescadores de hombres. Para eso os e llamado, para que os ocupéis en convertir ombres, que no son más, por sus costumbres, que unos brutos, unos pescados del mar.
[Ambientación] “Marinero de la costa del Mediterráneo”, Juan Carrafa, 1825. Fuente: Biblioteca Digital Hispánica; “blogcatedranaval punto com”, 18 mayo 2021.
8.- Entendido bien este consejo, gran motivo tienen aquí los legítimos hijos de Sant (sic) Ignacio de tener y tomar como propia esta empresa y no permitir descaezca o se olvide con otros más onrrosos y aplaudidos empleos tan provechoso y apostólico ministerio. Esta, como dezía, es su quaresma. Y como gente vagabunda andariega, que jamás hace siento en lugar ninguno, siguiendo el interés de un pobre sustento, no reconocen en casi todo el año (y aún a las vegadas en muchos) otra iglesia para cumplir la obligación de fieles, sino la que allí tienen los padres, ni para confesarse otros curas, que los mismos. Echó esta santa costumbre tan hondas raízes, que venían munchos de otros de tierra muy distantes sólo por gozar de este provecho y declarar sus conciencias con sosiego a personas que le recibían con voluntad y buen gusto de encaminarlos en el camino de la salud, que consiste en conocer a Cristo y guardar sus santos mandamientos. Tal vez uvo que deteniéndose los padres en llegar a el tiempo en que suelen, hizieron los pícaros motín retirados a la sierra, hasta que vinieron ellos a continuar su misión. Tanto puede aún en geste estragada y miserable el reconocimiento de un buen trato, caridad cristiana y pecho de padres, en los que benefician las almas, quitando de los ojos el interés de tierra y teniendo aquel beneficio por el mayor interés.
La almadraba de Zahara, Anton van der Wyngaerde, 1565 (papel, pluma y aguada sepia), se corresponde a la mitad izquierda del grabado completo; Viena, Osterreichische Nationalbibliotek. Fuente: “cafe-geo punto net”, 1 junio 2017.
9.- Procuraron con no menor cuidado desterrar de aquella confusión o república xaveguera el abusso tan introducido como común de juramentos y blasfemias, vicio muy propio de los que no conoçen o no temen a Dios. Cerraron la casa pública, ahuyentaron aquellas harpías, apagaron aquellos tizones de el infierno, mugercillas viles que a todos se ferian. En ratos de oçio los juntavan con campanillas y les enseñaban la doctrina cristiana y cómo hauían de rezar el rosario de Nuestra Señora, rezando a veces con ellos en coros, para que se alentasen con el exemplo. Predicáuanles a menudo, acomodando sus razones a hazerles aborreçer el pecado mortal, maiormente los públicos y escandalosos, a que ellos están más sujetos.
[Ambientación] “Pescador de la costa del Mediterráneo”, Juan Carrafa, 1825. Fuente: Biblioteca Digital Hispánica; “blogcatedranaval punto com”, 22 junio 2017.
10.- Para obligarles más a que viviesen como cristianos, acuidíanles los padres en todas ocasiones y ponían el ombro a remediar (quanto les era posible) sus necesidades, favoreciéndolos y amparándolos con los capitanes y justicias, cuidando de su cura en las enfermedades; pacificándolos en sus desabrimientos y bregas. Llegauan a veces éstas a tanto rompimiento, que repartidos en dos vandos se procurauan como en guerra rompida dar la muerte los unos a los otros. Y obligaron a los capitanes de el Duque a hazerles centinela para asegurar de el peligro; hasta que poniéndose los nuestros de por medio, se sosegaron y redujeron a concordia. Esto sucede muchas veces en la temporada, que como ven los an menester, se hazen insolentes, propia enfermedad de ánimos ruines. No sólo participauan el fruto de esta misión los advenedizos, también entrauan en parte los naturales y paisanos de aquellos campos de Tarifa, Vejer, Gibraltar y Medina Sidonia, de donde muchos andan por aquellas sierras como salvajes. Y si no los acudieran los de la Compañía dizen ellos que vivieran en todo como las bestias de el campo.”»
Fuente: “Los pícaros de Conil y Zahara: estudio histórico sobre los jesuitas y las almadrabas del duque de Medina Sidonia en la segunda mitad del siglo XVI”, Pablo Antón Solé; edición original en Cádiz, 1965; reedición Ayuntamiento Conil, 2009.
[CONTINUARÁ el 06 octubre 2024]
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