viernes, 6 de agosto de 2021

LA ARQUITECTURA AGROPECUARIA V.

 CORTIJOS DE CASTAÑUELA Y MOJINETE

El cortijo de castañuela representa una evolución de la choza tradicional. Como élla, presenta planta rectangular y techo a dos aguas. La principal novedad consiste en sustituir las “muletas” por un muro de mampostería realizado con piedra y barro que se enluce con diversas capas de cal por fuera y por dentro. Las costillas descansan ahora embutidas en el muro y se unen directamente al palo cumbrero, al no ser necesarios los “peones”. Puede disponer de una o dos puertas y de una ventana. La cubrición se realiza de la misma manera que la choza.

Un cortijo, hacia 1970. Colección particular Martín Caro. “Conil en la Memoria”, p. 104, 2004.

Con el cortijo como fondo. Todos mirando a la cámara, hacia 1960. Colección particular Antonio Brenes. “Conil en la Memoria”, p. 105, 2004.

Una evolución del cortijo de castañuela es el cortijo de mojinete, o cortijo a secas. Comparado con la choza, se trata de una edificación relativamente reciente, posiblemente de mediados del s. XIX o principios del s. XX. Lo mismo que la choza, posee planta rectangular y cubierta a dos aguas, pero representa un avance en cuanto a la estabilidad del edificio, dado que los dos muros menores se levantan hasta la cubierta a dos aguas. En este tipo de edificación no sólo las “costillas” van embutidas en el muro, también el palo cumbrero va embutido en los muros laterales, lo que le da a la construcción una mayor solidez. Los huecos o vanos suelen ser, como en el caso del “cortijo”, una o dos puertas y una ventana. La cubierta se “echa” como la de la choza. Si hasta los años sesenta del s. XX los cortijos eran muy abundantes en Conil y la comarca de La Janda, en la actualidad comienza a ser una arquitectura en proceso de desaparición. No obstante, hay una tendencia, ajena a los usos tradicionales agropecuarios, que está favoreciendo la construcción de este tipo de edificaciones para ocio, bar o restaurante. No existe, que se conozca, ninguna figura de protección de estas edificaciones primitivas.

Pozo, pila y cortijo, hacia 1969. Colección particular Martín Caro. “Conil en la Memoria”, p. 106, 2004.

Vista de un cortijo, hacia 1967. Colección particular Martín Caro. “Conil en la Memoria”, p. 110, 2004.

Un hogar tradicional en el campo de Conil, hacia 1962. Foto Juan “Capacha”. “Conil en la Memoria”, p. 111, 2004.

José Alba y Gertrudis Sánchez, hacia 1965, delante del cortijo donde vivían en “Los Algarrobillos”. Colección particular Rosario de Alba. “Conil en la Memoria II”, p. 139, 2007.

Fuente: “PATRIMONIO CULTURAL DE CONIL DE LA FRONTERA”, Autor: ANTONIO SANTOS GARCÍA; Colaborador: FRANCISCO GONZÁLEZ UREBA; Coordinador: ANTONIO MUÑOZ RODRÍGUEZ; Director editorial: CARLOS ROMERO VALIENTE; Edita: G.D.R. Litoral de la Janda. 2007.

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