Lluvias torrenciales en el interior, en tierra; y oleaje impetuoso en el litoral. Ninguna desgracia personal. Daños en las vías de comunicación. En el mar todo parado, los pesqueros y mercantes, superado el peligro, aguardan arribados en los puertos. Inundaciones en los cultivos.
Fuente: “ABC”, del domingo 28 de noviembre de 1920.
Después del temporal (ambientación). Fuente: Murcia y el agua. Historia de una pasión. Capítulo 9, las avenidas.
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