En uno de los libros sacramentales del archivo parroquial, concretamente el de Matrimonios n.º 28-29 (1912-1941), en el folio 293 vuelto, aparece una nota cuya autoría cabe asignarla al cura Manuel Barberá Saborido, que estuvo a cargo de la Parroquia de Santa Catalina desde septiembre de 1937, ininterrumpidamente, hasta junio de 1944. Además, por el contenido parece indudable su paternidad, dada su inquebrantable adhesión a los principios del régimen nacido a raíz del golpe de estado del 18 de julio de 1936, que le llevó, incluso, a servir como capitán-capellán carlista y escribir un libro sobre su experiencia en los frentes de batalla. Por otro lado, la curiosa, y hasta cierto punto, graciosa y pueril puntilla final, “también asistí yo”, se podría atribuir a Andrés Vera Rivas, cura que le precedió y sustituyó, que no querría que se dudase de su lealtad al Movimiento Nacional de la nueva España.
Aunque la caligrafía es buena, se procede a su transcripción, para la correcta y fiel lectura del contenido. No tiene desperdicio. Era el lenguaje imperante en una parte del país, que aún le quedaba mucho tiempo de guerra para alcanzar la paz, alargada esta espera aún mucho más para un sector de la población no adepta.
Imagen de la nota marginal, sin firma, localizada en el Libro Matrimonios n.º 28-29, 1912-1941, en folio 293 vuelto. Fotografía: Rafael Coca López, 17 marzo 1937.
«“El día 25 de noviembre de 1937, 2º año triunfal, festividad de Santa Catalina, Virgen y Mártir, Patrona de esta Villa después de muy solemne función religiosa, se bendijo la hermosa cruz de nueva planta, costeada por suscripción popular, en honor de los “Caídos” en los combates y de los heridos sufridos en todos los frentes de batalla en lucha con las “huestes” de la antireligión y de la anti-Patria. Acudieron al lugar ambos cabildos, niños de las escuelas nacionales y milicias de “Yugo y Flechas”. Habló después de la ceremonia el Sr. Cura y el Alcalde, desfilando ante ella el pueblo con la mano abierta y el brazo en alto a la romana. Era Párroco de esta Villa Don Manuel Barberá Saborido, Alcalde Don Tomás Iglesias, y Juez Don Joaquín Pérez Moreno. También asistí yo.”»
La Cruz de los Caídos en la Puerta de la Villa, hacia 1940, que debe ser la que se menciona en el documento expuesto. Colección particular Francisco Prieto. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 100, 2004.
Inauguración de la Cruz de los Caídos que se construyó el año 1950 en la puerta del Ayuntamiento. Colección particular Francisco Prieto. Fuente: “Conil en la Memoria”, p. 100, 2004.
Consultado el Archivo Municipal, para documentar esta información, resulta que existe un gran vacío de datos desde el 10 de octubre de 1936 al 11 de noviembre de 1940, puesto que durante ese periodo no hay constancia escrita de acta alguna. Inexplicablemente en esos algo más de cuatro años no hubo “teóricamente” ninguna toma de decisiones por parte del Ayuntamiento, o premeditadamente se procuró no dejar huella, agravado si cabe, dramáticamente, por la guerra civil que se originó ante el fracaso del Golpe de Estado de julio de 1936, y los duros meses posteriores a ella.
Fuente: Archivo Parroquial de Conil, Libro de Matrimonios 29, folio 295, vuelto. Transcripción literal de Rafael Coca López, con la información de las fichas de Antonio Martínez Cordero, depositadas en el Archivo Parroquial de Conil de la Frontera. Agradecimientos: Yelman F. Bustamante Solórzano, párroco de Santa Catalina de Alejandría; e, Isabel González Ramírez, responsable de Archivo Municipal de Conil de la Frontera.
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