NUESTRA
SEÑORA DE LAS VIRTUDES
(segunda
parte).
CONIL:
LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LAS VIRTUDES,
POR
ÁNGEL MOZO POLO (*), julio 2015.
Hace
unos días se reprodujo, dentro de la serie “Patrimonio Cultural de
Conil de la Frontera”, una entrada referida a la imagen de Nuestra
Señora de las Virtudes, quedando en el aire ciertos aspectos de su
reciente restauración de 1994. El artículo que se transcribe a
continuación, cumple sobradamente aquel déficit, describiendo ese
delicado proceso en boca de su responsable, el escultor Alfonso
Berraquero.
«
En la villa de Conil, un pueblecito precioso lleno de grandes
sorpresas y de rincones amables, se venera en la iglesia parroquial
de Santa Catalina, la principal del pueblo, la talla venerable y
venerada de Santa María de las Virtudes, datable en el siglo XIII.
Para el conocimiento de los lectores, siguiendo el estudio que de la
talla hizo el escultor e imaginero Alfonso
Berraquero,
allá por el mes de mayo de 1994 cuando
"es traída a mi taller de San Fernando la venerada imagen de
María Santísima de la Virtudes, para ser objeto de la restauración
acordada por la Junta de Gobierno de su Hermandad. El hecho de su
veneración diaria aconsejó que estuviese ausente del culto en su
iglesia el menos tiempo posible.
Imagen sobre estructura metálica. Fuente: facebook Manuel
Cortés,
10
junio 2021,
autor José
Antonio Alba Zájara “Fleki”,
en
Arte y Devoción.
Desprovista
de la corona y vestiduras con que habitualmente se venera,
se
presenta la imagen de una estructura metálica que la recubre
por completo, dejando sólo a la vista los rostros de la Virgen y del
Niño Jesús, presentando un aspecto semejante a una armadura
medieval. La estructura, de chapas de plata, deja ver una alargada
silueta formada por unos volúmenes corpóreos en la parte superior,
apoyados en una base de forma cónica en la inferior.
Al
proceder a descubrir el interior levantando las chapas de plata, se
comprobó cómo la pequeña talla estaba inserta en un cono de madera
de cedro que le confería mayor dimensión en altura. Las piezas
metálicas de plata, estaban claveteadas a la imagen en las zonas de
la cabeza, cuello y espalda con clavos de plata y otros hierros que
desde la cintura a la base las piezas eran mayores y de forma
trapezoidal, decoradas con ligeras muescas lineales a modo de estrías
y, ya en la base, con dos bandas con decoración de roleos vegetales
cincelados.
El
cono de madera de cedro antes mencionado, presentaba una hendidura en
su parte superior donde se insertaba la imagen hasta cerca de las
rodillas, unos siete centímetros desde su base, con el fin de dar
esbeltez a la imagen. La sujeción se conseguía por una espiga
cilíndrica de madera impregnada de pez rubia y sustancia roja,
semejante al lacre, vertida en caliente.
Desprovista
de las chapas apareció, como en un principio estimó el firmante al
contemplarla en septiembre de 1991, una talla estante de pie y no
sedente, como pudiera pensarse a tenor de otras patronas medievales
de la región.
El
estado de conservación propiamente dicho podía calificarse de
bueno, pues prácticamente apareció intacta la imagen al no estar
mutilada de brazos y manos como suele ser frecuente. Hay no obstante
que señalar el impacto de clavos, desgarros y ataques de xilófagos.
También existía una ligera mutilación de pliegues del manto en el
lado inferior izquierdo y otra mutilación longitudinal en el borde
del manto en el lado inferior derecho, provocada para poder
introducirla en el cono antes referido.
El
recubrimiento de plata del siglo XVIII, dañó la talla no sólo en
los impactos de los clavos, en un principio de plata, sino qe al ser
sustituidos
posteriormente por otros de hierro más largos, quedaron algunos de
éstos en el interior degradándose con el tiempo, oxidando el
interior de la madera y desgarrándola.
Foto
21: Imagen en b/n. Fuente: Pasión y Glorias de Conil. La Laja.
El
policromado de la escultura puede considerarse el primitivo, pues en
época de alteraciones fue cubierta preservándose el colorido,
aunque falto de intensidad y brillantez precisamente por la
imposibilidad de policromar el interior.
No
obstante, se observaron partes que nunca fueron policromadas, tales
como la bocamanga de la mano bendiciente del Niño, dorso de la mano
derecha de la Madre, dedo meñique de las otras manos y bajos del
vestido del Hijo. En estas extremidades la policromía es ocre y
ligeramente azulada.
Los
rostros aparecen con policromía renovada en el siglo XVIII,
perdiendo su carácter gótico al aplicarle la pintura a la grasa.
Por algún accidente, perdió una micra la nariz de la Virgen, y este
despostillado fue sustituido por estuco, dándole un aspecto grosero
que la desfiguraba. También
aparecen erosiones en la zona de la mandíbula desprovista de pintura
y estuco debido a los roces del rostrillo que ha enmarcado hasta
ahora la faz de la Virgen. Otros descarnados, resanados toscamente,
presenta en la mejilla y en la frente.
En
la cara del Niño, la sotabarba aparecía desgarrada dejando ver la
madera ... como la talla de la Virgen con el Niño está constituida
por una sola pieza de madera sin ensambles. Dejan también ver las
radiografías la existencia de piezas metálicas en su interior.
También se corroboran los datos antes citados del despostillamiento
de distintas partes de los rostros de ambos, con los repintes
consiguientes en arcos superciliares, ojos y nariz de Madre …”
Conjunto escultórico, dentro del camarín, con todos los exornos
y ropaje tradicional. Fuente: Pasión y Glorias de Conil. La Laja.
En
el estudio iconográfico de la escultura, el restaurador detecta “que
se tarta de un gracioso grupo escultórico de la Virgen con el Niño
datable al final del siglo XIII o comienzos del posterior. La Virgen
aparece en aptitud levemente mayestática con aire y empaque risueño,
tan característico del período gótico. Sostiene al Niño en su
brazo izquierdo y Éste, apoyado en la Madre, ensya una bendición
con su mano derecha. Su origen puede ser aragonés y quizás traída
de Italia, lo que evidencia una airosa lazada tallada sobre los
cabellos cuyos extremos caen hacia atrás ...”
"Tradicionalmente
se ha tenido en Conil como objeto de una donación de la Casa de
Medina Sidonia, Señores de la Villa, cuando ese lugar era frontera
del Reino de Castilla. Se quiere también incluir esta imagen entre
las denominadas de arzón o batalladora. Todo ello entra dentro de lo
legendario...
De
todos modos hay testimonios de haber estado ubicada en el siglo XVI o
XVII, en el convento de los Mínimos y ser objeto de donación de los
duques. En el archivo de la Casa de Medina Sidonia, no se han
encontrado datos, pero han mostrado mucho interés por conocer esta
restauración"
(“Santuarios marianos de Andalucía OCC..", nº 12).
Un
testimonio devocional del Prelado gaditano Fray Tomás del Valle
(1731-1776), nos refiere como celebró la festividad de la Virgen en
una de sus estancias en la villa conileña, donando valiosas joyas a
la imagen de la Virgen de las Virtudes.
Por
la enorme importancia que significa para la debida conservación de
una antigua y venerable talla, nada más y nada menos, que del siglo
XIII, paso a continuación a detallar la solución que el restaurador
le ha dado a la escultura para que con los ropajes tradicionales que
la adornan, la talla no sufra nada, en su integración total. Es
digno de estudio esta, para mí, perfecta solución que de
extenderse, de hecho ya existen varias tallas venerables que disponen
de este artilugio, tantas satisfacciones nos daría a los amantes de
la iconografía sagrada que a veces tanto sufren superpuestos que la
van degradando.
Copio
del informe de restauración de Santa María de las Virtudes de
Conil, redactado por su restaurador Alfonso Berraquero, los
siguientes datos y cómo se ha construido el soporte que libra a la
icona de cualquier aditamento.
"Una
vez terminada la restauración, se procedió a colocar la imagen
sobre el cono de madera desprovisto de la parte superior ya descrita
y sobre la que se encajaba la imagen de la Virgen, quedando ésta a
la misma altura que la devoción popular la contempla".
Estructura descrita en el presente artículo. Fuente: Pasión y
Glorias de Conil. La Laja.
El
cono de madera se volvió a recubrir con las piezas de plata que
anteriormente tenía, habiéndosele añadido una base superior y como
remate una ornamentación rocalla. Los trozos sobrantes que
directamente cubrían la imagen y que ahora aparece íntegra, se
entregaron a la Hermandad para su enmarcación como reliquia
devocional.
Sobre
la plataforma en la que descansa el cono, se construyó un mecanismo
a modo de arco que rodea la imagen y en el que se insertan, a la
altura correspondiente, unos brazos articulados (fijos antes) y ahora
ajenos a la talla de la Virgen. Sobre este mismo mecanismo y también
en el lugar apropiado, se sitúan los soportes de las coronas y sirve
además como apoyo a otro mecanismo que soporta el manto tanto en el
camarín como en el paso, de forma que por su tipología se puede
fechar hacia 1550 y 1570, en muy buen estado de conservación.
Sobre
la cabecita del Niño Jesús, igualmente una coronita de oro con
restos de esmaltes, fechable hacia el tercer cuarto del siglo XVI.
En
el libro "Santuarios Marianos de Andalucía Occidental", de
Ediciones Encuentro, Madrid, 1992, se dice esto sobre la pequeña
talla de Santa María de las Virtudes, patrona de Conil de la
Frontera:
"La
villa de Conil, a 43 kilómetros de la capital, a 31 metros sobre el
nivel del mar y 13.000 habitantes, es un privilegiado lugar veraniego
con seguro sol permanente y profusión de deportes náuticos.
También
tiene su historia: sus restos de calzada romana, sus almadrabas, sus
vestigios del Castillo de Guzmán el Bueno, sus templos y numerosas
obras de arte, en especial su célebre pila bautismal de barro
vidriado, <la Perla Verde>, orgullo de todos los conileños.
La
Virgen de las Virtudes es una preciosa talla muy antigua y muy
pequeña, revestida en su mayor parte por una funda de plata para
preservar a la antigua efigie de las erosiones de los tiempos.
Su
devoción es tan primitiva como su historia. Hay referencias a esta
imagen en documentos de mediados del siglo XVI.
En
otros tiempos recibió culto en la Iglesia de la Victoria, que data
del siglo XII, siendo en el XV residencia de los religiosos mínimos
de San Francisco de Paula. Actualmente es ese templo la parroquia
mayor del pueblo recibiendo el título de Santa Catalina. Este templo
es el santuario donde se venera la imagen de Santa María de las
Virtudes, patrona de la villa.
La
festividad de Santa María se celebra el día 8 de septiembre en el
que la Iglesia festeja la Natividad de Nuestra Señora".
Coronas y manto, cubren la sencilla imagen. Fuente: Pasión y
Glorias de Conil. La Laja.
Nos
gustaría que los fieles devotos de la patrona de Conil, respetaran
la original iconografía de tan antigua escultura y dejaran que la
imagen se mostrara tanto en el templo como en el paso procesional,
sin aditamentos. Que la venerabilidad de su talla mostrara a todos
esos siglos que lleva encima. Así, libre de mantos y otros adornos,
la Virgen de las Virtudes en su talla sería un ejemplo que mostraría
a todos que devoción y arte pueden ir juntos con toda la dignidad
del mundo y Conil mostraría, igualmente, al mundo del arte como ha
podido ser posible la veneración de su patrona tal y como fue
concebida por algún anónimo artista de hace ocho siglos o más.
Demos
al mundo un ejemplo de coherencia devocional del que estamos tan
faltos por esa manía de tapar con ropajes auténticas maravillas del
medievo que no siempre están más hermosas camufladas.
Para
acabar este reportaje no tengo más remedio que agradecer al
imaginero y restaurador isleño Alfonso Berraquero, las
grandes facilidades que nos ha otorgado para hacer posible este
trabajo. Igualmente a nuestro amigo y colaborador José Luís Ruíz
Nieto-Guerrero, que fue la persona que puesta al habla con el
artista hizo posible que tuviéramos en nuestro poder el expediente
de la restauración de la Virgen de las Virtudes, patrona de Conil de
la Frontera.
A
los dos nuestras más expresivas gracias por su desinteresada, cosa
en estos tiempos tan difícil, colaboración y entrega, y a la
dirección de la revista "La Laja", mi más profundo
agradecimiento. »
Fuente:
“cofradia punto es / conil-la-imagen-de-nuestra-señora”.
(*)
Ángel
Mozo Polo,
perteneció
al Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz y
fue
académico
correspondiente de la Real de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría
de Sevilla. Tenía
en su haber numerosas publicaciones relacionadas con la Semana Santa
y ejerció durante varios años como articulista.
Falleció
el 29 de agosto de 2015, en el Puerta del Mar de Cádiz, a los 79
años.
Fuente:
Ateneo de Cádiz.